INDIA
Bombay, la capital financiera, es objetivo del terrorismo
Por Miguel Martorell
2 min
Internacional30-11-2008
Si hay una ciudad emblemática en India y en todo el sureste asiático esa es Bombay. El puerto más importante del subcontinente y la capital financiera de India, allí donde se sitúan los más lujosos hoteles, tiene una población de más de 19 millones de personas y ha sido blanco del terrorismo en ocasiones anteriores, aunque pocas veces con la espectacularidad del ataque de la semana pasada.
Bombay comenzó a ganar importancia económica en India en el siglo XVII, bajo bandera británica, cuando sus calles ganadas al mar -anteriormente era un conjunto de islas no conectadas entre sí- comenzaron a convertirse en el centro del comercio entre Reino Unido y su colonia más importante en el sureste asiático. Sede de los famosos estudios de Bollywood, Bombay es una amalgama de religiones y culturas que pasan por el judaísmo, el hinduismo, el cristianismo, el budismo, musulmanes, pasis y sikhs. En cualquier caso, la religión mayoritaria es el hinduismo (67 por ciento) seguida por los musulmanes (26 por ciento) que han alcanzado cotas de poder importantes en la ciudad. Ha sido precisamente el incremento de población musulmana lo que ha marcado la política de los últimos años en la ciudad, ascendiendo al poder un partido, el Shiv Shena, que opta abiertamente por la expulsión de los inmigrantes ilegales y por ponerle freno a la entrada de musulmanes. Esto ha derivado en ataques violentos hacia la población musulmana de Bombay. Podría decirse que fue en la década de 1990 cuando el frágil crisol religioso y cultural de la India se quebró, coincidiendo con la ascensión del Shiv Shena. Desde entonces, los ataques terroristas se han ido sucediendo. India es uno de esos países en los que los atentados terroristas apenas encuentran eco en las noticias internacionales, pese a que se produzcan una media de 100 al mes. Entre 1992 y 1993 los ataques terroristas y los acontecimientos violentos en Bombay provocaron más de 1.000 muertos en sólo un año. Con el nuevo siglo, los ataques se han recrudecido: en agosto de 2003 casi 50 personas perdían la vida en varios atentados islamistas; en julio de 2006, una cadena de ataques terroristas provocaban 182 muertos y 800 heridos. Igual que en los ataques terroristas de la semana pasada, la nota común es la sombra del terrorismo islamista y la sospecha de que podría contar con el respaldo de Pakistán, nación vecina y enemiga por una disputa fronteriza que dura décadas.