DESPIDOS
Infarto económico en la automoción
Por J. F. Lamata Molina
3 min
Economía30-11-2008
El prestigioso periodista económico Joaquín Estefanía escribía hace unos días en El País que General Motors era uno de los iconos empresariales tradicionales de Estados Unidos, junto con Citigroup (que en estos momentos también se encuentra tambaleándose).
La situación catastrófica en la que se encontraba General Motors se hizo evidente cuando la propia compañía cogió una cámara y realizó un vídeo, colgado en una página creada para el proyecto, en el que relató las consecuencias apocalípticas que tendría para la economía del país la desaparición de la industria automovilística si el Gobierno de EE.UU. no acudía a su rescate. De hecho, su colapso no sólo afectaría a los 355.000 empleados directos de los Big Three (las Tres Grandes, como se conoce a las tres firmas estadounidenses GM, Ford y Chrysler). General Motors -que ha sufrido pérdidas en todos los países, desde Estados Unidos hasta Colombia- apuesta así por coger la bandera de la reivindicación y, desde su página web, invita a los empleados, jubilados, proveedores y a los americanos en general para que remitan correos electrónicos a sus representantes en Congreso y Senado, pidiéndoles que apoyen un plan de rescate para el sector. En España, la última noticia de General Motors (cuya filial española es Opel) ha sido la decisión del Gobierno de Aragón de facilitarle un aval de 200 millones de euros, una cantidad que la factoría de Figueruelas en Zaragoza necesita para poner en marcha la línea de producción del nuevo Opel Meriva. Este respaldo podría dar un pequeño respiro a General Motors en España, al permitir que el modelo se fabrique en 2009, y no se retrase como se temía por los problemas financieros en la multinacional. Tiembla Ford, palpita Almussafes No es mucho más positiva la imagen que llega desde Ford en las últimas semanas. El pasado 18 de noviembre el propietario de Ford, hasta entonces accionista mayoritario en la japonesa Mazda Motor, decidió vender a inversores japoneses el 20 por ciento de las acciones de aquella compañía. La venta de Mazda no hacía sino demostrar que Ford buscaba liquidez. En España lo de Ford se hizo notar con toda su fuerza cuando la planta de Almussafes, la mayor fábrica valenciana, que anunció que sólo estaría en marcha cinco días en diciembre. La medida se sumaba a los tres días de paros previstos este mes. La causa... ¿hacía falta hacerla pública? Las ventas han caído en picado, los concesionarios no son capaces de almacenar más vehículos, y la factoría trata de producir únicamente aquellos coches que se venden. La última noticia de Ford ha sido un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal de 21 días, repartidos a lo largo del primer semestre de 2009, para un máximo de 5.600 trabajadores. La medida sustituirá al expediente ahora en vigor, que afecta a 990 empleados y termina en diciembre. La multinacional prevé que las ventas del sector caigan el año que viene un 10 por ciento respecto a 2008, hasta situarse en 15 millones de unidades para los 19 principales mercados europeos. El nuevo ERE implicará que en 2009 la planta abrirá el 20 de enero, coincidiendo con el lanzamiento del Ford Fiesta Trail Concept. A partir de entonces está programado un día de paro cada dos semanas hasta junio. La compañía espera alcanzar en mayo una producción de 1.650 unidades diarias, de las que un millar corresponderían al Focus. El mes que viene, la factoría funcionará finalmente ocho días, tres más de lo previsto.