PUNTOS DE DEBATE
Elecciones en Venezuela (II)
Por Elías Said3 min
Opinión09-11-2008
Para muchos de los que desconocen el proceso político venezolano, en los últimos 10 años les es difícil entender cómo ha llegado este país a ser dominado casi en su totalidad por factores ¨revolucionarios¨. Si bien el aumento de la concentración del poder en Venezuela es producto de la certera estrategia político-militar ejercida por Hugo Chávez, los recurrentes desaciertos de la oposición han hecho que predomine el rojo chavista en este país. Se han necesitado casi 10 años, en el marco del referéndum constitucional de 2007, para que la oposición se pusiera medianamente de acuerdo en cómo entrar al juego electoral, con un cierto grado de unidad y un mensaje acorde con el contexto. De cara a la futura elección a realizarse este mes, la oposición entra de nuevo con una unidad a medias, pero con aspiraciones de obtener nuevos espacios de poder, manteniendo los pocos que ya posee. Hasta ahora, el proceso de unidad opositora en Venezuela, ha sufrido múltiples rupturas y conflictos internos. Motivados más por los intereses individuales sobre los colectivos, sin darse por enterados muchos que lo primero que toca hacer es buscar la recuperación del inexistente equilibrio democrático en este país, teñido actualmente de rojo Chávez. Pese a esto, el horizonte electoral opositor parece que será fructífero, sobre todo en aquellos estados y municipios donde la unidad se cumplió, en grado mayor o menor grado, como los ejemplos del estado Carabobo, Miranda y Sucre. Ahora, a pocos días de las elecciones locales en Venezuela, quienes se oponen al presidente venezolano, además de los conflictos internos y las descalificaciones a sus personas, por parte de Hugo Chávez y los afectos al oficialismo, deben hacer frente a una nueva tanda de inhabilitaciones express ejecutadas por el Tribunal Superior de Justicia a algunos de sus candidatos claves. El primero en “caer” esta vez ha sido el candidato opositor a la gobernación en el estado Yaracuy, Eduardo Lapi. Resta por ver si le llega el turno al candidato a la gobernación de Carabobo, Enrique Salas Feo, y a la alcaldía de Maracaibo, el enemigo número uno de la revolución, Manuel Rosales. El juego electoral en Venezuela no resulta para nada equilibrado. La oposición ha venido luchando contra sus recurrentes fantasmas, mientras se enfrenta a las estrategias institucionales del oficialismo y a la gran cantidad de dinero que tiene éste para movilizar a sus candidatos oficiales rodeados del aura institucional venezolana. Quedan pocos días para las elecciones y, pese a las presiones oficiales, la oposición puede tener aún oportunidad de endosarse más gobernaciones y alcaldías, logrando polarizar más, si cabe, el tablero electoral actual. Pese a todos los problemas, la oposición ha encontrado un filón que debe seguir explotando: dirigir la agenda temática en torno a los asuntos más sensibles a nivel de cada estado y municipio (violencia, salud, viviendas, etc.); dejar claro a los electores que lo que está en juego no es sacar a Chávez del poder, sino quién va a gobernar mejor cada entidad estatal y municipal del país; y por último, hacer que el venezolano vea las recientes inhabilitaciones a candidatos opositores como un pase de factura política y que responda con su participación en las próximas elecciones. Dependerá de ellos y su capacidad en moverse en este margen de tiempo estrecho, en confirmar si los aires de cambio se comenzarán a respirar de nuevo en Venezuela o si lo que tenemos en frente es un oasis.