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ECUADOR

La revolución del rencor o el rencor de la revolución

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura5 min
Internacional05-10-2008

Los perfiles de los líderes de los movimientos izquierdo-indigenistas no son demasiado diferentes, todos ellos provienen de orígenes humildes, algo que, sin duda, hace su imagen más atractiva como gente cercana al pueblo y lejana de las oligarquías políticas y bancarias. Todos ellos, tras sus rotundas victorias, han intentado promover cambios constitucionales y, todos ellos, han esceneficado su distanciamiento con Estados Unidos.

Lo más destacable del movimiento anti-yanki, es que ha conseguido invertir la actitud de la mayoría de países americanos con respecto a Estados Unidos. Si en anteriores décadas los políticos, democristianos o socialdemócratas, presumían de sus buenas relaciones con los norteamericanos, ahora toca distanciarse, así lo han hecho la mayoría de presidentes latinoamericanos. Hugo Chávez ha entrado ya en la historia de Latinoamerica. Fue él quién inició el movimiento bolivariano. Su objetivo, separar la idea de que Latinoamérica no es descendiente de Occidente y realzar los valores indígenas. Y eso que Hugo Chávez era un desconocido hasta que en 1992 intentó asesinar al entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, que acabó huyendo del país tras ser acusado de corrupción. Hugo Chávez ha tenido multitud de actitudes que han sido vistas como auténticos numeritos en el resto del mundo. Desde aquellos carteles metralleta en mano y a torso descubierto, hasta su programa personal de arengas diarias en el que se presenta como hombre cercano y simpático. La potenciación de su propia imagen y la creación de una guardia personal, unido a sus posturas intervencionistas han provocado que algunos le califiquen de "dictador". Las provocaciones de Venezuela a Estados Unidos han sido las mayores que los norteamericanos han tenido que soportar por parte de un país de América del Sur, dejando como bromas los tímidos ataques del marxista Salvador Allende en 1970-72. La oposición venezolana demostró su mayor éxito al lograr el No en el referendo que convocó Chávez para ser presidente vitalicio. Sus discursos populistas han llegado a niveles degradantes para un jefe de Estado, como su ya célebre: "váyanse al carajo, yankis de mierda". El anciano caimán verde El comandante Fidel Castro se debe enternecer cada vez que oye el programa de Hugo Chávez, donde se le dedican enormes homenajes por su valentía enfrentándose al imperio norteamericano. La República Popular de Cuba es el único país latinoamericano donde no están permitidos los partidos políticos de la oposición. El argumento que usan es que al haber una sola clase social -la obrera- basta con un único partico político: el partido comunista. Cuba ha tenido que soportar durante décadas estar totalmente aislado de todos los países hermanos latinoamericanos y ahora ve el resurgir del socialismo. El origen del actual presidente, Raúl Castro, está bajo la sombra de su hermano Fidel, ambos participaron ya en su juventud en el intento golpista del cuartel de la Moncada. Su lado más oscuro, haber dirigido la policía represiva durante años. El reentré del sandinismo Daniel Ortega es un caso peculiar dentro de los "revolucionarios", puesto que todos los gobernantes bolivarianos han llegado al poder tras una situación desastrosa de los políticos que gobernaron anteriormente. Pero en el caso de Ortega, fue él quién gobernaba antes. Tras la dictadura pro-americana del general Somoza, el golpista Ortega llegó al poder por las armas (Somoza fue asesinado) e impuso una dictadura pro-soviética, que incluyó el ingreso en la COMECON (siendo con Cuba, el único país americano que ingresó en aquella alianza económica soviética). Tras la democracia llegó el mandato de Chamorro y de Alemán, que acabó condenado por corrupción. Ortega obtuvo la victoria electoral, en parte, gracias al cambio electoral que le permitía llegar al poder sin necesidad de mayoría absoluta. La primera llamada de Daniel Ortega tras su victoria fue a Chávez. El talante de Ortega, desde entonces, ha sido similar al venezolano. En la última cumbre Iberoamericana sorprendió llamando "golpistas" a los empresarios españoles, lo que forzó al rey Juan Carlos I, a abandonar la reunión. El cocalero del rompecabezas A diferencia de Chávez, Raúl Castro o Daniel Ortega, el boliviano Evo Morales no ha empuñado pistola ni fúsil. Su origen fue defendiendo desde su juventud los cultivos de droga frente a la política erradicadora de los campos del dictador Banzer bajo acuerdo con Estados Unidos. El ascenso de su grupo político, siempre en defensa del indigenismo y los campos, fue subiendo como la espuma. De cuatro diputados de 130 (en 1997) a ganar las elecciones. Morales demostró ser coherente al bajar todos los sueldos funcionarios (incluyendo el suyo) nada más llegar. Su talante es más moderado que el de Chávez, del que es amigo, pero ha hecho declaraciones de lo más sorprendentes, al definir a Cuba como "democracia", llamar terrorista al gobierno de Estados Unidos en Al Yazira o definir a Irán como "compañero revolucionario y hermano". Hoy se encuentra en problemas por el rompecabezas autonomista de su país. La estabilidad de la Furia La política de Ecuador en los años noventa ha sido, probablemente, la más caótica de la de todos los países que han acabado con gobierno revolucionarios. Tras las escandalosas caídas de diversos presidentes de distintos colores, desde Lucio Gutiérrez hasta Bucaram, los electores ecuatorianos acabaron probando con el joven Correa como esperanza para poner fin a la crisis del país. Correa formó parte del gobierno transitorio tras la caída de Gutiérrez, del que salió -según el- por presiones de la banca internacional. Correa demostró su furia guerrera cuando Colombia bombardeó un campamento de los narcoterroristas de las FARC situado en al frontera de Ecuador. El presidente lanzó duras amenazas contra colombianos y americanos y se negó a calificar a las FARC de terroristas (las FARC mantienen a unos 300 secuestrados en sus selvas). Correa acaba de ganar el referendo de su reforma constitucional, aunque con la rabia de que en su ciudad natal, Guayaquil, una de las ciudades más importantes del país, ha ganado el No. Los... ¿neutrales? Los más difícilmente clasificables son los casos del presidente de Brasil, Lula da Silva y de los Kirchner en Argentina. Ambos gobiernos se han distanciado considerablemente de los estadounidense y ambos países han mantenido buenas relaciones con los bolivarianos. Tanto Evo Morales como Rafael Correa, nada más ser elegidos, declararon sus deseos de llevarse bien con los Kirchner y con Lula. En el caso de Lula su origen está en el marxismo obrero, en el caso de los Kirchner en un colegio de abogados peronista (en Argentina el peronismo evoluciona por ideologías de ambos extremos, desde los justicialistas a los montoneros). ¿Por que Europa no les considera en el mismo grupo, entonces? Quizá porque ambos gobiernos se han abrazado a Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador, pero no a Cuba.

Fotografía de J. F. Lamata Molina