ORIENTE PRÓXIMO
Tzipi Livni, segunda mujer en tomar las riendas de la política israelí
Por Luis Miguel L. Farraces6 min
Internacional21-09-2008
La actual ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, se convirtió la semana pasada en la nueva líder de Kadima, el partido más votado de la Knesset (Parlamento israelí), tras deshacerse de sus dos oponentes Shaul Mofaz y Avi Dichter en las primarias de la formación. Su victoria y la salida de Ehud Olmert del Gobierno tras los escándalos de corrupción, colocan a Livni a un paso de convertirse en la segunda mujer en asumir el puesto de primera ministra israelí tras Golda Meir.
Livni logró desbancar al que se presentaba como su principal rival, el ministro de Transportes Shaul Mofaz, de un modo más ajustado que lo esperado. La responsable de Exteriores cosechó un 43,1 por ciento de los sufragios frente al 42 por ciento de su rival, una diferencia de apenas algo más de 400 votos. A la vista de tales resultados el primer gran reto al que tendrá que hacer frente esta abogada de 50 años será intentar consolidar internamente su posición. El hecho de que Kadima sea una formación con apenas historia y que sus miembros provengan de diferentes tradiciones ideológicas israelíes como el conservadurismo o el laborismo hacen que la tarea se presente difícil, aunque la decisión de Mofaz de abandonar la política tras perder las primarias podría facilitar algo el trabajo de Livni. Su posición en los sondeos la sitúa, en cualquier caso, como la más firme candidata dentro de su partido a vencer en unos hipotéticos comicios. Con la renuncia de Ehud Olmert por los escándalos de corrupción que arrastra desde hace meses, Livni se ha convertido en primera ministra en funciones. Aunque, para asumir el cargo sin reservas, la nueva líder de Kadima tiene aún tiempo por delante. A pesar de que el Likud, en boca de su líder Benjamin Netanyahu, haya exigido a Livni convocar elecciones anticipadas, lo cierto es que de momento sus planes son asumir el liderazgo de una nueva coalición de Gobierno. Netanyahu ya ha afirmado que "una líder que teme a las elecciones no es adecuada para el cargo", y los laboristas, actuales socios de Kadima en el Ejecutivo, también están interesados en la convocatoria de unos comicios anticipados. La razón es sencilla: Livni aún no goza de fama entre los ciudadanos israelíes y ello podría fomentar que el Likud recuperase un importante flujo de votos conservadores y los laboristas pudieran convertirse en el partido más votado del Parlamento. Pese a todo, el Laborismo israelí no ha querido manifestar una oposición abierta a la creación de un nuevo Gobierno para que no se le acuse de provocar una crisis. Su estrategia pasará simplemente por eclipsar a Livni lo máximo posible. La nueva cabeza de Kadima tendrá un mes y medio para formar una nueva coalición de Gobierno una vez que el presidente israelí, Simon Peres, le encarge esa tarea a principios de octubre. Pese a los intereses electorales, alcanzar un acuerdo con los laboristas no será difícil, pero el Shas sí que promete algo más de guerra. Como condición para aceptar formar parte del próximo Ejecutivo, el tercer gran partido de la actual coalición ya ha puesto dos condiciones: la promesa de que no se cederá ni un metro cuadrado de Jerusalén a los palestinos y la aprobación de mayores subvenciones a las familias numerosas. Composición actual de la Knesset Kadima (29 escaños): Formación fundada por Ariel Sharon a raíz de la guerra abierta en su anterior partido(Likud) tras aprobar el Plan de Desconexión de la Franja de Gaza en 2005. Sus barones proceden mayoritariamente del ala más o menos aperturista del Likud e incluso antiguos pesos pesados del Laborismo (Simon Peres). Comenzó definiéndose como un partido centrista y liberal, en oposición al conservadurismo más radical del Likud encabezado por Benjamin Netanyahu. Sin embargo, con el paso del tiempo Kadima ha vuelto a sus orígenes con un giro a la derecha. Sus insignias en las últimas elecciones fueron una política destinada a ceder territorios a los palestinos para mantener la mayoría judía del Estado pero sin renunciar a Jerusalén ni los asentamientos más importantes de Cisjordania. Además, su apoyo a la Hoja de Ruta, el matrimonio civil y la promoción del servicio de Seguridad Social fueron sus principales baluartes. Partido Laborista (19 escaños): Liderado por Ehud Barack, el Partido Laborista representa el centro-izquierda político en Israel. En términos económicos, pese a formar parte de la Internacional Socialista, su política actual no difiere mucho de la de un partido de centro. Además, su unión con el partido Meimad, una formación de tradición sionista de izquierdas a favor de la enseñanza religiosa en los institutos públicos y de la potenciación de competencias de los tribunales rabínicos, también le distancian del partido socialista que un día fue. Con estas premisas bien podría decirse que los laboristas han seguido el modelo implementado en el Laborismo británico por Tony Blair. Shas (12 escaños): El Partido de los Judíos Sefardíes (aquellos con orígenes ibéricos). Se trata de una formación ultrareligiosa que desbancó en 2006 al Likud como primera formación de derechas al uso. El Shas es partidario de la máxima implantación posible de la Halajah al código legal, así como de la formación del Gran Israel y de la prohibición gubernamental de realizar cualquier tipo de actividad en Sabbath. Likud (12 escaños): Con Benjamin Netanyahu a la cabeza, es el partido conservador histórico de Israel. Sus votantes aglutinan tradicionalmente, nacionalistas, laicos y partidarios de la economía capitalista de libre mercado. En relación al conflicto con los palestinos, el Likud se ha mostrado tradicionalmente muy reacio a abandonar las colonias israelíes de Cisjordania y un buen número de sus miembros se opuso al Plan de Desconexión de Gaza. La creación de Kadima en los comicios de 2006 le supuso una pérdida de 15 asientos en la Knesset. Yisrael Beiteinu (11 escaños): Su nombre, "Israel nuestra casa", y su lema "Israel es nuestra casa, Palestina la suya" son un buen resumen de las posiciones de la formación. De ideología conservadora, su discurso se centra en una solución al conflicto palestinoisraelí de dos estados en la que Israel ceda el mínimo terreno posible. Entre sus propuestas más populares se incluye la de expulsar del país a todos los ciudadanos israelíes de origen árabe a Cisjordania para precuservar la mayoría judía. Unión Nacional-Partido Nacional Religioso (9 escaños): Coalición de partidos de derecha cuyas ideologías convergen en el apoyo a los asentamientos judíos y una perspectiva religiosa afín a la comunidad ultraortodoxa. Gil (7 escaños): Es el partido de los jubilados. Sus propuestas no suelen mezclarse demasiado con el conflicto territorial sino que se basan en la petición de subida de pensiones, el derecho a los jubilados de obtener una vivienda por parte del Estado y la potenciación de la Seguridad Social. Judaismo unificado de la Torah (6 escaños): Coalición de partidos askenazíes de corte religioso ultraortodoxo pero bastante flexible en el marco del conflicto palestinoisraelí. El respeto al Sabbath y la inclusión de más tradición religiosa en el Estado y la educación son sus puntos centrales. Meretz-Yachad (5 escaños): Formación ecologista, de izquierdas y de tinte pacifista. Defiende la laicidad del Estado, el derecho de los palestinos a fundar un país independiente y la supresión de las colonias israelíes. Lista Árabe Unificada (4 escaños): Representa las posiciones tradicionales palestinas desde un punto de vista laico. Defiende los derechos de los árabes israelíes y la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este. Hadash (3 escaños): Segundo partido árabe en el Parlamento cuya principal diferencia es su ideología socialista radical. Balad (3 escaños): Tercer partido árabe, de corte más social, que defiende la inclusión de la comunidad árabe como minoría étnica del Estado, reconociendo sus libertades y derechos.