SIN CONCESIONES
Cambio de estrategia
Por Pablo A. Iglesias
2 min
Opinión22-06-2008
Rajoy ya tiene lo que quería. Otros tres años más al frente del PP con despacho, coche oficial y muy buen sueldo garantizado. También tiene su propio equipo, ese que reivindicó después del 9-M como tratando de achacar a otros la derrota en las elecciones generales. Y tiene una nueva estrategia. Ese es su mayor acierto. Esperanza Aguirre, Juan Costa, Gabriel Elorriaga y casi todos los que han tratado de derrocarle durante los dos últimos meses cuestionaban al líder pero no tanto el camino que había que seguir. Era una guerra de personas camuflada bajo un debate supuestamente ideológico. Rajoy quiere meter el dedo de la oposición en los problemas que constituyen una llaga para el Gobierno. Ahora que Zapatero ha rectificado la política antiterrorista y parece haber abandonado la reforma de los estatutos de autonomía, parece lógico que el PP y PSOE pacten en ambas materias. Rajoy ha encontrado en la crisis económica el mejor aliado para desgastar a Zapatero y piensa apurar al máximo ese flanco. Sabe que el paro, los precios y las hipotecas no van a parar de subir durante más de un año. Tiempo suficiente para tratar de superar las elecciones autonómicas del País Vasco y Galicia y para tratar de sobrevivir hasta los comicios europeos que se celebrarán justo dentro de un año. Ése es también el tiempo que van a darle sus compañeros del Partido Popular para que intente superar a Zapatero en las encuestas. Si no lo consigue y si obtiene malos resultados en las próximas citas con las urnas -hoy por hoy más que probable-, tendrá que replantearse otra vez su futuro. Aguirre, Mayor Oreja, Aznar, Rato y otros muchos pueden unir sus fuerzas en cualquier momento para llevar a cabo el asalto que ahora intentó Juan Costa y que no llegó a buen puerto por falta de apoyos. La próxima vez no se lo perdonarán, ni siquiera los que ahora tanto apoyan a Rajoy. El cambio de estrategia y, sobre todo, la renovación de todo el equipo directivo son el mejor acierto del líder popular. Aunque deje fuera a Acebes, Astarloa, Zaplana, Elorriaga y Costa. Aunque todos ellos tengan grandes virtudes políticas y humanas. Aunque a Aznar le moleste esa ruptura con el pasado. No sólo era necesaria sino también beneficiosa para el PP y para Rajoy. Debería haberse producido mucho antes. De hecho, es posible que Rajoy hubiera ganado las elecciones generales si hubiera soltado lastre el otoño pasado, cuando tocaba celebrar el Congreso Nacional que ahora ha acogido Valencia. Dentro de su partido se hubiera comprendido mejor y los ciudadanos no habrían votado contra el regreso de algunas caras socialmente denostadas. Ahora sí lo ha hecho, con cierto retraso. Como casi todo en la vida de Rajoy. La vida le dio una tercera oportunidad tras el siniestro vial que tuvo en 1978 y tras el accidente de helicóptero en 2005. Ahora es la política la que le da una tercera opción de llegar a La Moncloa en un exceso de generosidad. Más vale que no la desaproveche.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito