ANÁLISIS DE ESPAÑA
El último tren al centro
Por Alejandro Requeijo
3 min
España22-06-2008
Quizá hablar de refundación sea exagerado. Es cierto. Pero algo se está moviendo y mucho en el PP. Y esta vez de verdad. Por mucho que Aznar reivindique que “el PP ya es de centro”, es Rajoy el que verdaderamente ha emprendido un viaje valiente, no ya al centro, sino a la oposición responsable. Porque ese centro reformista nadie sabe explicar que es, ni falta que hace. Las elecciones ya no se ganan con ideologías ni programas, sino con sonrisas, talantes, buenos modos y eslóganes acertados. Son las leyes de la videodemocracia que habían dejado al PP como un partido trasnochado y pasado de rosca. Toca volver a la oposición inteligente sin camicaces. Y que nadie piense que el PP de Rajoy va a dejar de defender la constitucionalidad y la unidad de España. Es sólo que lo hará con otro tono y, sobre todo, con otras caras. Sin tratar a los españoles de tontos y sin hablarles de apocalipsis varios o teorías conspiranoicas. Recientemente en una entrevista radiofónica, el flamante líder del PP tuvo tiempo para decir que el Ejecutivo socialista “parece estar dando pasos acertados en materia de inmigración” de la mano del ministro Corbacho… reconoció los méritos de Felipe González como presidente del Gobierno… achacó las corruptelas de Estepota a la voluntad de un alcalde sin generalizarlo al PSOE… y reconoció que su relación con su predecesor “es buena, aunque no intensa”. Eso sí, cuando toca hablar de Economía lo hace de manera coherente e incisiva como sólo él sabe hacer. Esto sí que es no tener complejos. Para llegar hasta aquí se ha tenido que enfrentar a muchos elementos: la vieja guardia, los duros, parte de sus bases, la derechona, medios de comunicación demasiado influyentes en su electorado… Rajoy inicia una nueva etapa de cuatro años que, en realidad, se trata de la última oportunidad para salvar al PP como un partido verdaderamente de centro. Ese objetivo bien merece un voto. No será fácil lograrlo. Todos los obstáculos que se ha encontrado dentro de su propio partido seguirán ahí. Aguirre y su entorno continuarán reivindicando su sitio dentro del partido, aunque sea con la boca pequeña. La vieja guardia seguirá manipulando por detrás como ha venido haciendo en los últimos meses. Todos ellos esperarán su momento que podría llegar en caso de que Rajoy volviese a fracasar en 2012. Porque la nueva forma de elegir al líder del PP por medio de unas primarias aprobada en este Congreso ya no beneficiará al aparato del partido como ha sucedido en esta ocasión, sino a estos grupúsculos que dentro del PP se mueven con más facilidad. Por eso Rajoy y su partido tienen ante sí la última oportunidad para presentarse a los ciudadanos como un partido de centro de manera sincera. Habrá que ver como se desenvuelve un Gobierno que con la crisis de sus rivales lleva tres meses de vacaciones. Será curioso ver quien crispa ahora después de que el PP haya decidido dejar atrás esa forma de hacer política. Se acabó recordar Iraq, Bush, la foto de las Azores… porque Aznar ya no pinta nada. Se acabó recordar las mentiras del 11-M, porque sus autores han sido purgados por el propio Rajoy. Se inicia pues una etapa interesante y sobre todo buena para la democracia. Rajoy heredó un jersey viejo, gastado y con pelotillas y por fin lo ha hecho trapos y se ha hecho uno nuevo a medida que le queda mucho mejor. Han hecho falta dos derrotas electorales para que se diera cuenta, pero ahí está, más vale tarde que nunca. Que tenga suerte.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio