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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Ni tanto, ni tan poco

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Sociedad13-04-2008

Las medidas higiénicas, llevadas al extremo, tampoco son saludables. Ahí están algunos expertos alertando a la sociedad relimpia de que de tanta higiene el organismo del hombre se está quedando sin defensas. Pero tampoco es cuestión de saltarse a la torera el asunto de la seguridad alimentaria. Por ejemplo. La sombra de las vacas locas planea de nuevo sobre España. Y el ambiente precisamente no está para calditos. Con las cosas de comer no se juega. Ni con la salud. Ni con la vida. Ni con la verdad... Todo tiene una justa medida. Y ésta, por supuesto, debe ser proporcionada. Aunque sea molesta, hace falta la lluvia. Sí, esa que cae a trompicones y lo inunda todo; esa misma que no llega a los secarrales baldíos. Que llueva, que llueva... Pero antes que multar a la señora que limpia la alfombra con la manguera del agua se deberían arreglar las fugas de las tuberías, esos conductos obsoletos donde se pierde lo equivalente a miles y miles de lavados de alfombras. Los profesores suelen explicar en clase que la Historia no se repite pero que en cierto modo es cíclica. Ya está aquí otra vez lo de las vacas locas, la sequía y el trasvase del Ebro y hasta una reedición del catecismo. Esperemos que los nuevos ministros del Gobierno español no recuperen también los calditos que se tomaban otros cuando surgió aquel brote de la encefalopatía espongiforme bovina en la Península. Si no, más de uno, debería volver a clase para aprender el lugar justo de la moderación el equilibrio, pues ni tanto ni tan poco.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo