ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Volver
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad10-02-2008
Acaba de volver de su Guayaquil, donde no pisaba desde hace dos años y donde dejó familia, costumbres, paisajes y vivencias. Sacó el billete de avión con meses de antelación, para ahorrarse unos euros, aunque siempre rezando a sus santitos para que el vuelo no tuviera problema, ni overbooking, ni reservas fraudulentas. Parece que los santitos, como ella dice, la ayudaron. Pero la habitual época de lluvias se cebó con sus paisajes natales y no pudo pasear como hubiera deseado en ese mes de respiro después de tantas y tantas horas extra, ni visitar a más conocidos, ni pasear, ni saborear con todos los sentidos un poquito más la esencia de sus raíces. Supo a poco, pero parece que le supo bien. María Magdalena regresó de su Ecuador querido, con la maleta que llevó cargada de regalos para los suyos después repleta de recuerdos, añoranza, nostalgia y lagrimitas de despedida. Y regresó a España, donde vino sin papeles y tragó y tragó para salir adelante, hacerse un dinerito que mandar a sus hijos y prosperar porque en su país no hay suficiente plata para medio-bien-vivir. Luego llegó la legalidad, y el contrato, y vinieron los hijos desde Guayaquil y empezó a despegar una miajita. El mesecito de visita en su tierra ya pasó para María Magdalena. Regresó y combate sus penas con canturreos por lo bajo mientras limpia los suelos o saca brillo a los cuartos de baño en los que las españolas ni si quiera utilizan las escobillas. María Magdalena se queja con dulzura y a pesar de los pesares está contenta. Pero no quiere quedarse en España. Sueña con volver a su Ecuador querido, con la plata en el bolsillo, y el cariño que alguna gente le brindó en otro país.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo