ANÁLISIS DE ESPAÑA
Rajoy, rendición en mi nombre no
Por Alejandro Requeijo
3 min
España20-01-2008
Tanto enarbolar la bandera de la firmeza ante el chantaje, la fortaleza ante cualquier tipo de extorsión y ahora resulta no sabe imponer su autoridad ni en su propia casa. Sí, sí, -que diría él mismo- Rajoy, el candidato a presidente del Gobierno se ha rendido sin pensárselo dos veces ante la extorsión y la amenaza chabacana de Esperanza Aguirre. La autobautizada como lideresa nacional le dijo que tenía voluntad real de abandonar la presidencia de la Comunidad de Madrid en caso de que Gallardón fuese en las listas al Congreso. Y Rajoy se lo creyó. Eso a pesar de que le avisaron de que era un farol, de que era una trampa. Pero él se lo creyó. Fue el propio Gallardón quien le advirtió. El mismo que le dijo que iba estar a su lado en las buenas y en las malas. El mismo que le transmitió su deseo de ayudarle a ganar las elecciones (a la lideresa todavía no se le ha escuchado algo semejante). Pero con todo, Rajoy se lo creyó claudicando ante la extorsión de La Presidenta, (con mayúsculas como le gusta a ella). Todo esto después de marear la perdiz durante meses con el alcalde. Deshojando la margarita y ganando tiempo, precisamente el mismo vicio que le reprochaba a Zapatero. Al final, después de tener al alcalde todo el otoño en mítines haciendo campaña a nivel nacional, ahora va y le deja tirado en la estacada. Víctima de un chantaje vil. Las lecturas a esta decisión son muchas. La primera que los españoles ya saben a que PP van a votar el 9-M. Un partido que en cuatro años no ha sabido reformarse en la dirección que el 14-M le pidieron la mayoría de los ciudadanos, los suyos y 20 millones más a los que también tendría que gobernar en caso de ganar. Un partido en el que mandan todos menos el que tiene mandar. Justo ahora, cuando parecían volver a tener opciones reales de vencer en las elecciones, Rajoy le ha servido en bandeja al contrario el debate sobre su falta de liderazgo, el ruido de sables en su trastienda, la radicalización de su partido… Era de esperar, lo que mal empieza mal acaba. Rajoy ha demostrado que no vale para mandar. Durante toda la legislatura sólo ha tenido un problema: no saber tomar las riendas de su propio barco. Nunca ha sido capaz de imponerse y limpiar su formación de nombres que no le hacían ningún bien. Esos mismos son los que ahora le han conducido a ceder ante el chantaje. De este modo el “líder” del PP ha lanzado un mensaje claro al electorado: en el partido no cabe un político que representa al centro, otra sensibilidad distinta a la de Acebes, Zaplana o la propia Aguirre. Quizá Rato fuese el mas listo al darse cuenta a tiempo e irse a la empresa privada. En su lugar han fichado a un amigo de Aznar con verbo rápido y contundente. Al final tanto los unos como los otros buscan lo mismo. Y no es la victoria de Rajoy precisamente. La diferencia es que con el centro se ganan unas elecciones y con los otros… pues eso.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio