KENIA
Kenia, un país de agricultores
Por Miguel Martorell
2 min
Internacional06-01-2008
Aunque Kenia vive básicamente de su agricultura, en las últimas décadas el desarrollo industrial y del turismo han convertido a este país del este de África en uno de los estados de la región con más empuje. Sin embargo, su economía sigue siendo frágil y la inestabilidad política que vive en las últimas semanas no hace más que perjudicar su incipiente desarrollo.
Con 1.445 dólares de renta per cápita, la República de Kenia es uno de los países más pobres del mundo, aunque anda a la par que muchos de sus vecinos africanos. Su economía se basa fundamentalmente en la agricultura, siendo el café y el té sus principales exportaciones. En las últimas décadas, y tras sufrir una gran recesión económica entre 1974 y 1990, la industria y el turismo han ganado importancia en la economía de Kenia, convirtiéndose en uno de los principales destinos turísticos de los amantes de la naturaleza y los populares safaris. Bajo la Presidencia de Mwai Kibaki, el país ha vivido algunos de sus mejores años económicamente hablando, con un crecimiento de la producción agrícola del 6,6 por ciento de media anual. Además, Kenia ha ganado el premio especial de la ONU a sus servicios públicos, después de la reforma estructural llevada a cabo por el Gobierno. Sin embargo, Kibaki ha cometido los mismos errores que su predecesor, Arap Moi, y su Ejecutivo ha acabado degenerando en la corrupción. Sus más sonados escándalos, sin embargo, los ha protagonizado su bigamia, con sus dos mujeres luchando públicamente por hacerse con el puesto de primera dama. Después de que la población rechazara el proyecto de nueva Constitución de Kibaki -que ampliaba sus poderes de forma escandalosa- y la recuperación de todos los ministros expulsados anteriormente por corrupción, Raila Odinga se convirtió en la gran esperanza de Kenia. Odinga, que como casi toda la elite keniana fue educado en el extranjero -en este caso en la Alemania del Este-, es un multimillonario con buenos contactos internacionales que participa en la política de su país desde 1992. De hecho, formó parte del golpe de Estado frustrado contra Moi, aunque posteriormente le ficharía como ministro de Energía. Con todo, la enorme diversidad étnica de Kenia ya ha provocado anteriormente conflictos sangrientos entre su población, pero en los últimos y fértiles años nada hacia pensar que sufriría la desestabilización que ahora se vive en este país en el que China está realizando estudios geológicos para la extracción de un mineral que en otro tiempo sumió al país en crisis: el petróleo.