La incertidumbre se apodera del pueblo argentino
Por Raquel González2 min
Economía09-12-2001
Todas las soluciones para afrontar la crisis argentina son a cual más difícil. Argentina necesita más de 2.000 millones de dólares en menos de dos meses para saldar vencimientos de intereses de la deuda pública que soporta. El primer plazo vence el próximo viernes día 14. Pero en Argentina no hay plata, ni para pagar a los acreedores, ni tan siquiera para calmar a la población.
Se habla de que la suspensión de pagos no está tan lejos y las mejores alternativas pasan por la devaluación o la dolarización. Todas las soluciones ofrecen poca confianza y mucho miedo a cómo acabará esta historia. Las recaudaciones de impuestos del país cayeron en noviembre un 11 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. Y la tendencia es a la baja en los meses futuros. Al menos, del canje interno de bonos han obtenido 11.000 millones de dólares más de lo previsto. Pero esa cantidad no da para pagar los intereses de la deuda, pagar a los funcionarios, a los pensionistas, a las provincias, hacer frente a los gastos diarios de la administración... Ahora, sin el dinero que les iba a prestar el Fondo Monetario Internacional (FMI), todo se hace mucho más difícil. Los más platudos, como llaman allí a la gente que tiene más dinero, ante el temor a la devaluación, están optando por cambiar sus pesos por dólares, moneda que hoy por hoy ofrece más seguridad. Oficialmente, un peso vale lo mismo que un dólar, pero ante esta demanda el precio de cambio ha subido y ahora se está cambiando un dólar hasta por 1,50 pesos. Mientras, los argentinos han pasado su primera semana de restricciones para sacar sus ahorros de los bancos. Si la medida en un principio hablaba de que la cantidad máxima extraíble era de 250 dólares a la semana (47.500 pesetas), al final, y tras las presiones sociales, el Gobierno ha consentido que se puedan sacar 1.000 dólares a la semana (190.000 pesetas), pero el límite mensual sigue fijado en esos 1.000 dólares, lo que pasa es que ahora es posible sacar esa cantidad de una sola vez. El miedo al qué pasará es más que patente y la tensión social ha arrastrado a los sindicatos principales de Argentina a convocar distintos paros generales a lo largo de esta semana.