EL REDCUADRO
¿50.000 o 500.000?
Por Antonio Burgos2 min
Opinión03-12-2001
Dicen que estamos en la sociedad de la comunicación, pero desde el sábado, más que en la sociedad de la comunicación me siento en la sociedad de la perplejidad. El sábado, con autobús pagado y con bocadillo, como en los mejores tiempos franquistas de la Plaza de Oriente, se produjo en Madrid la habitual manifestación espontánea. Como las antañonas manifestaciones espontáneas de la dictadura, las gloriosas manifestaciones espontáneas de la democracia de hogaño se caracterizan igualmente porque su espontaneidad está perfectamente organizada. Pero ese tufillo totalitario del autobús y el bocadillo es lo de menos. Lo de más, la gran incógnita del número de manifestantes. Según los organizadores, hubo 500.000 manifestantes; según la Policía Municipal y el Gobierno, 50.000. ¿En qué quedamos? Todos los medios de comunicación han repetido este baile de ceros como lo más normal del mundo. ¿Cómo la famosa "horquilla" puede llegar a ser de 450.000 criaturas? ¿Quiénes son los descarados? ¿Los organizadores, inflando la cifra de asistentes, o el Gobierno, aplicando la más drástica rebaja del tío Paco? La Humanidad, que ha conseguido poner a un hombre en la Luna, clonar los corderos, hacer teléfonos del tamaño de una caja de cerillas, convertir los desiertos en vergeles, no ha logrado algo tan simple como poder enterarse de cuántos manifestantes hubo en las calles de Madrid en contra de la LOU. Y no queda ahí mi perplejidad cuando oigo una vez más la voz de alerta de la dirigente universitaria Miriam Municio, quien nos advierte que quieren "elitizar" (cito textualmente) la Universidad. Pues si "elitizar" la Universidad consiste en que los estudiantes de grado superior dejen de pronunciar estas palabras y rompan a hablar en castellano, lo siento mucho, pero me apunto a la elitización. Así, por ejemplo, funcionaría también la sociedad de la comunicación para el estudiantado elitizado. Porque más insólito que la diferencia entre 50.000 y 500.000 es el hecho de que se manifiesten por unos contenidos de la LOU que la ministra Pilar del Castillo dice que palabrita del niño Jesús que no están en la ley. El problema, aparte de 50.000 o 500.000 es: ¿cuántos de los 50.000 o 500.000 se han leído de verdad la ley? Y al final, pero no lo último, la que dicen muy democrática práctica de querer sustituir la soberanía popular de ese Congreso de los Diputados ayer en jornada de puertas abiertas por el poder asambleario. Si la LOU tiene que discutirla el Gobierno con los estudiantes, vale, que la retiren y la discutan. Pero como conductor pido igualmente el Gobierno retire los cambios en el Código de la Circulación y que hasta que no lo discuta en asamblea conmigo y otros 20.000 o 20.000.000 de conductores, no sea efectivo eso de que te quiten el carné si te pillan al volante hablando por el móvil.
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor