ROJO SOBRE GRIS
‘BerSo’ de la muerte con “b” de bárbaro
Por Amalia Casado
3 min
Opinión15-07-2007
Sí, señores: me daba cuenta de que si juntamos la primera sílaba de su nombre con la de su apellido nos sale la palabra “berso”, que así, por escrito, es nada o una garrafal falta de ortografía. Pero dicho en voz alta, en castellano –donde no se pronuncian “b” y “v” de forma diferente-, tenemos que este personaje es parte de un poema: el poema de muerte que este Gobierno quiere obligarnos a recitar. Ya lo habrán adivinado si son españoles. Para los que se libran de vivir en este país, hablamos de uno de los nuevos ministros esperpento que se acaba de incorporar al Gobierno de Zapatero, Bernat Soria, que viene a endulzar la calidad de vida de los seres humanos de este país desde el Ministerio de Sanidad y Consumo, lo que no deja de ser paradójico, pues no sería una mentira decir que este hombrecillo valiente apuesta por consumir seres humanos para garantizar la calidad y la salud de otros. Bernat Soria, el ministro muerte, como se le empieza a llamar, es un defensor de la investigación con células madre embrionarias; para él, que un óvulo de mujer fecundado es un ser humano con toda la dignidad es una cuestión que defienden “los cristianos” desde su “ética particular”, y que respecto de los embriones humanos congelados “lo no ético es no utilizarlos” al servicio de la investigación. Un peligro: es el hombre que los diabéticos de este país conocen como el gran fraude que lleva toda la vida haciéndoles ilusiones sin haber conseguido jamás nada, salvo matar embriones humanos para, aún así, no publicar desde hace 6 años ni siquiera un artículo científico digno de ser mencionado. A pesar de su ineficacia científica, de su apuesta por la cultura de la muerte, de su intelecto basto y de sus prejuicios de iletrado, el Gobierno Zapatero añade este verso de muerte a esta legislatura que es un poema, y en el que todo apunta a que se incremente el tipo de asesinatos legales. La eutanasia planea amenazante, pues Bernat Soria, que es de los que la llaman “muerte digna”, considera que garantizarla es una “responsabilidad de los ciudadanos”. Ni más ni menos. Hablábamos la semana pasada de que en España apenas nacen ya niños con Síndrome Down: se les mata antes de nacer. En su línea propagandista y burda, el presidente anunció que se pagarán 2.500 € a las familias por cada niño que traigan al mundo, y me pregunto cuánto cuesta a la Sanidad española cada niño que es asesinado antes de nacer. Si esto es apoyo a la familia, yo me llamo Casiopea y vengo de Urano. La historia de este país se escribe en Berso, con “b” de bárbaro. Empieza a ser habitual tener que dar razones de las conquistas verdaderas de la civilización, de la propia naturaleza, de la ley inscrita en el corazón del hombre. Siempre quedará la Iglesia, esa defensora de los débiles, de los valores, de la dignidad, y del hombre. Y vencerá, porque si hay una fuerza poderosa y verdadera, ésa es el amor.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo