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ESTADOS UNIDOS

EE.UU. vuelve a plantearse la retirada de tropas en Iraq

Por Berta PardalTiempo de lectura2 min
Internacional14-07-2007

La posible solución que se baraja para el conflicto iraquí concierne a la vía política. Esta es la razón por la que la Casa Blanca presenta su informe sobre la situación en Iraq y el presidente George W. Bush anuncia que decidirá si se lleva a cabo una retirada de tropas en el próximo mes de septiembre.

La Cámara de Representantes aprobó el pasado viernes un proyecto presentado por detractores demócratas a la guerra en Iraq. En él se propone una retirada que tendría lugar en los próximos 120 días y se complete antes del 1 de abril de 2008. Una iniciativa aprobada con 223 votos y 201 en contra y que también contempla la presencia residual de tropas en Iraq para formar a los iraquíes, proteger los activos estadounidenses y luchar contra Al Qaeda y otros grupos terroristas. Ante la interna e internacional presión, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirma que todavía es pronto y prorroga la decisión de la retirada o mantenimiento de tropas hasta septiembre. Bush afirma: “los que pensamos que la batalla puede y debe ser ganada en Iraq vemos en los objetivos que se han cumplido satisfactoriamente una fuente de optimismo”. “Sé que algunos en Washington quieren que empecemos a abandonar Iraq, pero una retirada inmediata significaría otorgar el futuro de ese país a Al Qaeda”, añadía en rueda de prensa la pasada semana. Esta es la principal razón por la que George W. Bush mantiene que vetará cualquier ley que apruebe el Congreso para forzar una retirada apresurada de las tropas estadounidenses desplegadas en suelo iraquí. En el informe, la Casa Blanca admite que sólo se han cumplido la mitad de los objetivos y ni siquiera el relacionado con la necesaria reconciliación política en Bagdad. En Iraq se ha progresado en ocho de los retos previstos mientras otros ocho resultan insatisfactorios. El Gobierno iraquí ha fracasado a la hora de fijar las elecciones provinciales, distribuir los ingresos que provienen del petróleo y eliminar las leyes que impiden que los antiguos miembros del partido de Sadam Husein accedan a puestos del Gobierno. El manifiesto nivel de violencia tira por los suelos las esperanzas de reconciliación política y el estado del suelo iraquí continúa exactamente igual que antes de la decisión de Bush de enviar 30.000 nuevos soldados hace seis meses.

Fotografía de Berta Pardal