ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Un verano de cambios
Por Gema Diego
1 min
Economía17-06-2007
Renovarse o morir. Justamente esto han debido de pensar las aerolíneas españolas en su camino al mantenimiento de clientes en un mercado en el que las empresas de bajo coste hacen ya demasiada pupa. A Marsans, por ejemplo, le ha entrado el gusanillo de recuperar la que fuera una de las joyas de su corona, Spanair, actualmente en manos escandinavas, una operación que no disgusta a su dueña, SAS, que prefiere centrarse en el norte de Europa en vez de diversificar mercados para no incurrir en pérdidas. A Iberia también le ha dado por los cambios y la entrada de un consorcio liderado por TPG en su accionariado es cada vez más factible, mientras que Air Madrid ha mostrado buena voluntad para ordenar en parte el caos que dejó después de suspender vuelos en las pasadas Navidades. Otro sector que necesita reformas para salir airoso de los retos del futuro es el bancario, y dos grandes grupos españoles, el Santander y el BBVA, no se han andado con chiquitas a la hora de poner en práctica soluciones radicales, con una centralización de oficinas en busca de un elevado ahorro en inmuebles. Los aires de verano han alcanzado, asimismo, a la telefonía móvil, que ha sacado a relucir sus tarifas más competitivas en un intento de arañar clientes de la competencia. Está claro que los primeros rayos del sol han provocado ganas de cambio en todos los ámbitos.
