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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Tuto per la Familia

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España03-06-2007

El PSOE lo llevaba como un motivo de orgullo, como una seña de identidad. Realmente lo era. Ellos elegían a sus líderes de manera democrática, a través de elecciones primarias o en congresos pese a los riesgos de división o enfrentamiento que estas citas suelen provocar. Y lo hacían así a diferencia del PP, donde el jefe de la tribu elegía a dedo, tanto a su sucesor, como a sus hombres de confianza. Y todos obedecían sin rechistar porque el que no lo hiciese estaba fuera. No obstante, muchas cosas han cambiado desde que Zapatero se hizo con el control del PSOE, sobre todo después de su llegada a La Moncloa. Tan solo han pasado algo más de tres años y uno ya recuerda como elementos del pasado los nombres, entre otros, de Rosa Diez, Paco Vázquez, Nicolás Redondo, José Bono, Ibarra. Solo el tiempo le hace a uno percatarse de golpe de su ausencia, de su desaparición paulatina. De la limpia progresiva de una formación que Zapatero ha ido construyendo a su medida. Quitándole siglas al Partido Socialista Obrero Español y sustituyéndolas a dedo por dirigentes hasta ese momento desconocidos. Compañeros de colegio como José Antonio Alonso, profesionales como De la Vega o Solbes. En definitiva, socialistas de nuevo cuño, más o menos eficientes, pero sin carnet de afiliados y a los que nadie pregunta de dónde vienen ni a dónde van. Y es que tuto per la familia. Todo por una nueva idea de hacer política en la que las siglas ya no lo son todo. Y el que rechiste o de problemas está fuera. Luego está el consigliere Rubalcaba, que resiste al tiempo y los cambios de líder como el bueno de Tom Hagen aguantó a Don Vito y luego a su hijo Michael en 'El Padrino'. Entre algunas de la cosas que uno debe hacer inevitablemente antes de dejar este mundo está la de ver la saga basada en la novela de Mario Puzo. Una obra que muestra a la perfección los códigos de obediencia y fidelidad en un mundo en el que el riesgo y el poder son una misma forma de sobrevivir. Y precisamente en estas sigue Rubalcaba, impasible a las penas y a las alegrías. Su valioso trabajo fue difícilmente rechazable por el padrino de la familia que, para tenerle más cerca, le dio el Ministerio del Interior. Algún día conoceremos la intrahistoria de este nombramiento que dirían entonces. Quizá le hiciese una oferta que no pudo rechazar. Precisamente esta frase la utilizó el último en ganarse la confianza de la familia, Mariano Fernández Bermejo. En él Zapatero ha encontrado a su Luca Brasi particular pero en versión poeta cutre. Y así ha pasado el tiempo y el PSOE. Construyéndose fielmente en torno a las decisiones del padrino. Tanto a la hora de quitarse gente de en medio, como a la hora de emprender negocios. Aunque al final es lo mismo. Y de momento la cosa iba bien. No obstante, Zapatero cometió el error de anteponer sus caprichos al interés de la familia y regaló a Sebastián la posibilidad de enfrentarse a Gallardón. Pero la cosa no funcionó y el ex asesor económico de la Moncloa terminó sacrificado como Fredo después de aquel paseo en barca por el lago. Y en Valencia más de lo mismo con Carmen Alborch, también apuesta personal del padrino y también un fracaso. Y mientras en Castilla-La Mancha y Extremadura donde el partido ha seguido trabajando como hasta ahora, sin injerencias de Madrid, los resultados han vuelto a ser excelentes. Ante esto a Zapatero solo le queda aprender la lección y gobernar hasta donde sus caprichos chocan con los intereses de toda la familia y no solo la del PSOE. La primera oportunidad la tiene en Navarra. El padrino rival ya le ha hecho una oferta al respecto. Pero Zapatero de momento tan sólo le ha espetado aquello de "Bonasera, Bonasera, te invito a mi casa, el día de la boda de mi hija, y me pides que mate por dinero, no me tratas con respeto y ni si quiera me llamas Padrino".

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio