ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Los bebés del mar
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad03-06-2007
Estaba en sus brazos y ella lo sujetaba contra el pecho como si no existiera la mujer que le había parido -y que se encontraba a penas a un metro-, como si la maternidad fuera sólo de ella, a pesar del color de la piel y del uniforme de voluntaria. Estaba en sus brazos y ella parecía la madre, casi la blanca Pietá inventada del bloque de mármol por Miguel Ángel. La catástrofe acababa de llegar a su fin, aunque Cristo había muerto dos milenios antes y el artista italiano hace unos cuantos siglos que cría malvas. En sus brazos no había un cadáver, aunque podría haberlo. La fotografía así lo mostraba, pero también reflejaba dolor, tristeza, desigualdad, cansancio, injusticia y, por supuesto, ternura. Un buen puñado de inmigrantes acababan de ser rescatados frente a las costas andaluzas. Entre ellos llegaron varios bebés, niños mecidos durante horas en la cuna del agua, la sal y la intemperie, sin tomas de biberón a su hora, sin polvo de talco ni bálsamo. Pero en tierra aguardaban nuevos abrazos de madres por un rato para que descansara la suya. En tierra esperaban caricias de manos claras, alimento europeo e incertidumbre para muchos, quizás no para los más pequeños... La fotografía vuelve a repetirse y, seguramente volverá a hacerlo. Con el buen tiempo los niños africanos se acunan en el mar de la esperanza, hacia la Tierra Prometida, rumbo al sueño dorado, a pasar menos calor que en otras latitudes, menos hambre, menos guerras, menos enfermedades pero quizás más injusticias y desigualdades.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo