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EL RECUADRO

Palabras para Julio

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura2 min
Opinión26-11-2001

De pronto me di cuenta. Qué frío el de noviembre, qué lejos esta muerte que cierra una esperanza. Ese cuerpo encontrado, la más terrible crónica. Y al miliciano muerto en el frente de Córdoba, aquel del mono blanco y el mosquetón asido. Y a los niños que huyen corriendo hacia el refugio, en cielo velazqueño las bombas alemanas. Y a aquellos españoles que yacen desventrados en un patio de julio, cuartel de la Montaña. Y al blocao de murallas de Annual y de pacos, en donde los fosores se llevan carretadas de los que no pudieron ser soldados de cuota. Y al muerto innominado de la guerra de Ifni que un buque de la Armada desembarcó en Las Palmas. A toda nuestra muerte de esta guerra infinita, a la que conocimos porque nos la contaron, porque hubo testigo jugándose la vida, haciéndola cercana, sencillamente nuestra, hoy le puesto tu nombre. La llamo Julio Fuentes. Si nos queda la Historia es porque fue la tribu a contar sufrimientos, historias familiares, temores de una noche, el sol de la mañana, la entrada victoriosa, el tanque en retirada, esos niños descalzos, un perro en las ruinas, el cazo recogiendo la ayuda humanitaria y las moscas midiendo las heridas y el hambre. Es tan cómodo ahora, con el mando a distancia, contemplar una guerra o un partido de fútbol... Hay quien va a la cocina y se trae una cerveza, la descorcha y la bebe; van ganando los nuestros, nos va saliendo exacta la quiniela de guerra, siempre acierta quien pone un 1 al Yankee Stadium. Paisaje o goleada de fusiles y bombas, kalashnikov, montañas, caminos de herradura, no es real este cuadro del juego de la guerra, parece un nacimiento con figuras de barro, con el papel de plata fingiendo que es un río, no que hay hombres que sufren, que matan y que mueren. Tu nombre, Julio Fuentes, me ha traído esta noche la certeza absoluta de que si el mundo existe es porque hay quien se juega la vida por contarlo. Sin ti, rey de la tribu, no hubiéramos sabido que había hombres sufriendo en el infierno bosnio, como ahora tenemos la certeza absoluta de que queda el mensaje, aun muerto el mensajero. Mañana en el diario cuando haya otra guerra, cuando haya otros niños huyendo de las bombas, más cuerpos desventrados en el Kabul inmenso de países lejanos que aún no tienen ni nombre, pensaré, Julio Fuentes, que me sigues contando esta historia infinita del hombre ante la muerte. Por ti la conocimos, cercana, como nuestra. En tus libros quedaron las palabras mejores. Escritor en el frente, el tiempo no ha pasado. El adiós a las armas que fue tu despedida nos traerá mañana la palabra en tus libros. La rebelión consiste en esta triste hora en pensar, Julio Fuentes, en Mónica. En tu madre.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor