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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Qué hacer

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España08-04-2007

¿Qué se puede hacer con unas personas que, en pleno siglo XXI, aseguran orgullosas que “la lucha es el futuro”?, ¿Qué se puede hacer cuando explican el asesinato de dos jóvenes en el aeropuerto de Barajas como un intento de “reconducir un proceso paz”?, ¿Y cómo se come que, al mismo tiempo que dicen y hacen esto, presuman de realizar todos los esfuerzos por llegar al final del conflicto así como de haber “cumplido con todos sus compromisos desde el inicio del alto el fuego”?. Por muy duro que pueda parecer, todas estas afirmaciones están recogidas en la última entrevista concedida por ETA al diario Gara. A pesar de la extensión del documento, la banda no ha sido capaz de aporta nada nuevo con respecto a sus últimas cuatro décadas de sangre y odio. No obstante, el momento actual hace que sea precisamente este detalle el que revista de relevancia al texto. Por mucho que les duela a los que esperaban un comunicado distinto, con este último movimiento, ETA ha acabado con los pocos optimistas que creían en un próximo fin de la violencia. Y es que, en su fondo, la entrevista publicada en Gara es tan demoledora para el proceso como lo fue el ya citado atentado de Barajas. Con esto, la banda demuestra mucho más que un evidente estancamiento en el pasado más lejano. ETA ha dejado claro que sencillamente se encuentra en otra esfera. Que no está preparada simplemente porque no es capaz de mantener un diálogo basada en la realidad. Su locura se lo impide. Ni sabe ni quiere hablar el lenguaje de la democracia. Y lo más grave es que realmente se cree arropada por la inmensa mayoría de la sociedad vasca. Por encima de cualquier condición, esto es lo que hace imposible ninguna negociación entre ETA y el Gobierno que sea. A partir de aquí, los principales agentes políticos, es decir, Gobierno-PSOE, PP y PNV, están llamados a actuar con una responsabilidad extra. En primer lugar, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debe asumir que su oportunidad ha pasado. Debe dejar a un lado los titubeos, no solo a la hora de dar por roto el proceso, sino en lo que se refiere al cerco judicial y policial contra el entramado etarra. En los próximos meses deberá estar más alerta de lo que ha estado hasta ahora. Por su parte, los populares no deben contribuir a los deseos de ETA y deben de colaborar a que el proceso quede definitivamente superado en todos los ámbitos. Aunque esto suponga disminuir del día a día su principal baza electoral. Pero seguramente la mayor responsabilidad la tenga el PNV y en concreto su presidente Josu Jon Imaz. Éste ha sido objeto de diversas críticas en la entrevista en cuestión, algo que no debería ser ni mucho menos motivo de preocupación, más bien lo contrario. Sin embargo, al mismo tiempo que los terroristas acusan de españolista a Imaz, el sector contrario de su partido, es decir el encabezado por Ibarretxe y Eguibar, si recibe algún halago indirecto por parte de los terroristas. Aunque no es nuevo que el PNV y ETA comparten mucho más que su origen, Imaz deberá esforzarse especialmente por controlar al ala más soberanista de su partido. Es más que posible que aprovechen el fracaso del proceso para tomar la iniciativa y volver a la carga resucitando viejos planes. Al tiempo.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio