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ORIENTE PRÓXIMO

Los palestinos y la Comunidad Internacional se dirigen al fin del boicot

Por Salvador Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional18-03-2007

Pese a que la formación de un Gobierno de unión nacional entre palestinos es el mejor tratamiento del que puede dotarse una sociedad palestina que vive síntomas de guerra civil, las limitaciones del Ejecutivo de la ANP son estructurales. El papel de una Comunidad Internacional, cuya posición ante el nuevo Gabinete aún es incierta, resulta tan importante como la concordancia entre los dos partidos en torno a los cuales orbita la política en los territorios ocupados de Palestina: Fatah y Hamas.

El presidente palestino y líder de Fatah, el partido presidencial palestino, Mahmud Abbas, e Ismail Haniya, primer ministro del partido gubernamental, Hamas, anunciaron su acuerdo relativo a la formación de un Gobierno de unión nacional el pasado miércoles. Ese día, según los términos del segundo, fue una “ocasión para celebrar” la noticia que posiblemente haya aportado más estabilidad política en los territorios palestinos en los últimos meses. Abbas y Haniya, seguidos de sus séquitos de íntimos colaboradores, dieron cuenta ese día de que pudieron dar forma al acuerdo que ambos representantes de Fatah y Hamas encontraron en la ciudad saudí de La Meca hace poco más de un mes. “Hemos acabado todas las cuestiones sobre la formación de un gobierno”, dijo Abbas, quien además hizo una alusión directa a la más áspera de las cuestiones, “la del ministro del Interior”. Según el acuerdo de La Meca, Fatah y Hamas, se repartirían los ministerios del nuevo Gabinete manera equitativa, dejando también la participación a otras formaciones políticas clave, como es el Partido del Pueblo –partido comunista palestino que dirigirá el Ministerio de Cultura– pero, sobre todo, atribuyendo a políticos independientes las tres carteras clave: Interior, Asuntos Exteriores y Finanzas. El penúltimo día de la semana pasada el Consejo Legislativo Palestino (CLP) aceptó de manera unánime la distribución de ministerios pactada entre Hamas y Fatah. De los 128 miembros del CLP, 83 votaron a favor y sólo tres votaron en contra. Los 42 restantes, en su mayoría miembros de Hamas, no pudieron votar al estar presos en las cárceles de Israel. Una de las figuras independientes del nuevo Gobierno, el ministro de Finanzas, Salam Fayyad, se pronunció muy claramente poco después de esa votación sobre los problemas a los que hace frente el Ejecutivo de unión nacional. “Estamos frente a una muy seria y mutilante crisis económica”, declaró en alusión a la bancarrota y a la falta de medios que sufre el Gobierno de la ANP. Esa crisis existía antes de la victoria de Hamas en las elecciones legislativas palestinas de enero de 2006, cuando Fayyad era responsable del cargo que ahora vuelve a desempeñar. Sin embargo, tras el boicot internacional impuesto al Gabinete que precedió a esos resultados electorales, la situación difícilmente puede ser peor en términos económicos. De ahí que Fayyad señalase, “sin la ayuda de la Comunidad Internacional, no va a ser posible desarrollar nuestra acción”. A finales de la semana pasada, la Comunidad Internacional se mantenía cautelosa ante el nuevo Ejecutivo. Las razones de esta cautela residen en que, si bien, es una buena noticia para todos los interesados en la región que la lógica sangrienta interpalestina deje de causar muertos en enfrentamientos de militantes de Hamas y Fatah; no es menos cierto que el Ejecutivo que han formado ambos partidos sigue sin reconocer el derecho de Israel a existir y “afirma el derecho de los palestinos a resistir contra Israel”, según la primera alocución de quien repetía como primer ministro palestino, Ismael Haniya. Israel se ha pronunciado en contra del levantamiento de las sanciones económicas al Gobierno palestino. Su aliado occidental, EE.UU, se dice estar “perturbado”, según el término empleado por representantes estadounidenses, tras haber escuchado el “derecho” afirmado por Haniya. En Europa, la presidencia del Consejo Europeo, responsabilidad que ejerce hasta junio Alemania, emitió en las últimas horas de la semana pasada un comunicado en el que decía acoger de buen grado el nuevo Gobierno. Sin embargo, si Francia ya ha dicho que recibirá en breve al nuevo ministro palestino de Asuntos Exteriores, Ziad Abu Amr, en Reino Unido señalan que tendrán eventualmente relaciones con los miembros moderados del Ejecutivo. En definitiva, por mucho que se pueda mantener, como han hecho en Egipto, que la Comunidad Internacional debe acabar de aislar al Gobierno de la ANP para poner fin a la crisis económica y social de los territorios palestinos, hasta el enviado de la ONU en Oriente Próximo, Álvaro de Soto, asegura que hay que esperar y ver cuál es la dirección que toma la sinergia gubernamental emprendida por Hamas y Fatah.

Fotografía de Salvador Martínez Más