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EL REDCUADRO

Banderas extremeñas en Kabul

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura2 min
Opinión18-11-2001

Cuando los nuestros, los aliados, entraron en París en 1945, en la vanguardia de los carros de combate de la División Leclerc iban españoles. Los republicanos derrotados en España en 1939 se habían alistado a la resistencia francesa o al ejército de la cruz de Lorena y lograban su sueño en las calles de París, sobre un fondo sentimental de acordeones que españolizaba el beso de plata de las libertades sobre tatuajes con las mágicas palabras "Teruel" o "Don Quijote" en la armadura de los blindados. Aunque Aznar siga tarareándole "Los voluntarios" por teléfono a Bush sin que le eche puñetera cuenta, Rodríguez Ibarra ha conseguido con su política de hechos consumados lo que el Gobierno no ha logrado: que haya españoles en la toma de Kabul como los hubo en la liberación de París. Cuando los nuestros, los de la Alianza del Norte, han entrado en Kabul, para mí que ha habido españoles. Entre los efectivos de la Alianza del Norte a la fuerza tienen que estar las nutridas tropas expedicionarias extremeñas que ha mandado Rodríguez Ibarra. Sólo así puede explicarse el enorme número de banderas extremeñas que han ondeando sobre los carros de combate y otros vehículos de la Alianza. Las habrán visto: las banderas verdes, blancas y negras, cinco jotas de las dehesas extremeñas, han sido las que de verdad han liberado Kabul y han puesto a los talibanes en la posición teórica de Juan Naja. Vista la enorme parsimonia del Gobierno de la nación a la hora de enviar fuerzas a Afganistán, Rodríguez Ibarra ha decidido obrar por su cuenta, dados además los antecedentes históricos regionales en materia de conquistadores. ¿Será por conquistadores? Si los extremeños conquistaron América enterita ellos solos, es lógico que con una simple bajada de bandera verde, blanca y negra hayan tomado un taxi para Kabul. No he podido verlo muy bien, porque tengo un poco chunga la señal de la CNN, pero un lector cibernético que vive en Estados Unidos me confirma que allí les ha parecido ver al mismísimo Rodríguez Ibarra encaramado en uno de esos tanques con la bandera extremeña. Espero que, una vez conquistada Kabul por sus tropas, el fervor anti-talibanesco de Rodríguez Ibarra no le lleve a afeitarse la barba. Perdería muchísimo el integrismo de su eterna revolución socialista pendiente.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor