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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Como todo en la vida

Fotografía

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía18-11-2001

En fin. Todo acaba terminándose en esta vida. Hasta lo que parecía interminable, inextinguible, imperecedero. Lo cierto es que la estabilidad dura hasta que se acaba, lo bueno es que con la inestabilidad ocurre más de lo mismo. Todo en la vida son ciclos, algunos buenos, otros no tanto. Desde hace ya algún mes que otro se ha podido observar cómo la buena racha de la que disfrutaba la economía mundial ha ido apagándose poco a poco. Ahora todo se cae un poquito más cada día. Se caen las optimistas previsiones de crecimiento para España, y por su puesto también para el resto del mundo. Es lo que tiene la globalización, que todo va bien o todo va mal para todos por igual, bueno, para todos los países desarrollados, porque para los subdesarrollados, gracias a la presión de los ricachones, todo suele ir mal casi siempre. A pesar de todo, aún colean algunos datos positivos resultado de la buena racha económica vivida hasta el momento. Por ejemplo, los datos del paro que, según lo dicho por la Encuesta de Población Activa, son alentadores, pero destilan ese tufillo a crisis. El empleo se crea, pero mucho más lentamente que lo hizo el año pasado. Y la otra noticia es que los precios bajan, pero si escarbamos un poco se puede ver cómo el tabaco, la ropa y la enseñanza han subido tanto que han elevado la inflación subyacente al nivel más alto desde 1996. Salir de este trance va a ser posible. Es lo que tienen los ciclos, que bajan pero luego suben. Para ayudar a que esa subida sea lo más rápida posible, la Organización Mundial del Comercio ha lanzado la que será la octava ronda de liberalización del comercio mundial. Sus buenos sudores ha costado, porque los 142 países que forman la OMC no se ponían de acuerdo. La bolsa es la que va a contracorriente. Ella va a la suya y la victoria de la Alianza del Norte en Kabul, así como la noticia de que el accidente de avión fue eso, un accidente, ha servido para que sus índices suban hasta cotas que ni se esperaban. En el caso Gescartera ya está todo el pescado vendido. La comisión investigadora acabó y no habrá responsabilidades políticas tal y como pedía la oposición. Parece que Gescartera, como la etapa de bonanza económica, también toca a su fin.

Fotografía de Raquel González