ANÁLISIS DE ECONOMÌA
Una lección de Periodismo
Por Gema Diego2 min
Economía12-11-2006
Esta vez me van a permitir que no dedique este comentario a los vaivenes de la Economía. Por supuesto, les invito a que no pierdan de vista nuestro despliegue energético, con las previsiones de futuro del sector y los movimientos empresariales más recientes. Tampoco hay que olvidar la enésima subida del Ibex 35, ni el último y desalentador dato relacionado con la vivienda, ni, claro está, los nuevos pasos en las investigaciones de la estafa filatélica y el Banco Espírito Santo. Esta vez les voy a hablar de él, que llegó hace dos meses a la redacción cargado con una gran sonrisa, miles de sacos de ilusión y un equipo de fotografía en el que había invertido más de 3.000 euros a estrenar. Experto en exposiciones, gran cronista procesional y de la Semana Santa, tenía en el corazón hambre de periodismo gráfico, de contar el día a día plasmado en instantáneas de una ciudad. Daba igual la hora, daba igual el qué y daba igual dónde. Allí donde surgiera la noticia acudía sin una sola protesta, con su cámara preparada para soltar un disparo certero. Una vez en las instalaciones del periódico, descargaba su tarjeta digital en el ordenador y se aseguraba de proporcionar la mejor fotografía para ilustrar la información del redactor en cuestión. Ahora recuerdo su alegría cuando el presidente de una asociación de mayores llamó por teléfono para solicitar una copia de la comida de confraternidad que él había inmortalizado; o sus disculpas por hacer esperar mientras corría en busca de un trozo de cielo con fuegos artificiales; o su simpático saludo silencioso al entrar en la sala en medio de una rueda de prensa. Pero el destino quiso que sólo disfrutara de su sueño durante dos meses, porque el pasado sábado se tragó su vida la curva de una carretera conquense, cuando viajaba hacia Elche junto al jefe de Deportes para cubrir un partido de fútbol. Sin más explicaciones. Ya no está. Sólo nos queda su inmensa ilusión, sus ganas, su buen carácter, su forma de vivir el Periodismo, pues él nos enseñó a dar gracias por cada día que podemos dedicar a contar a los demás lo que sucede, por cada hora que pasamos junto a nuestros seres queridos. Las caras largas no están justificadas cuando somos tan afortunados. Hasta siempre, Antonio.