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PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE

La píldora abortiva, sólo en casos de urgencia

Fotografía Manifestación contra el aborto en Madrid

Por Patricia R. CimaTiempo de lectura1 min
Sociedad01-05-2001

La píldora abortiva empezará a comercializarse en España a partir de este mes de mayo. El coste de la píldora (dos en cada envase) oscilará entre 1.500 y 2.500 pesetas, según confirmaron las dos empresas farmacéuticas encargadas de su comercialización, Alcalá Farma y Schering España.

La eficacia de este producto, según el informe elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, accesible desde www.portalfarma.com, ha sido demostrada en varios ensayos clínicos, algunos promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El grado de eficacia de la píldora del día siguiente depende de cuándo se tome la mujer la primera pastilla. Si es dentro de las 24 horas posteriores al acto sexual, el grado de eficacia es del 95 por ciento; mientras que si se toma entre 24 y 48 horas después, su eficacia baja al 85 por ciento. Si lo hace después, las posibilidades de impedir la fecundación disminuyen hasta el 50 por ciento. El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha advertido, en un informe sobre el levonorgestrel -conocido como la píldora del día siguiente-, que su indicación "en condiciones habituales" es desaconsejable como alternativa frente a los anticonceptivos orales convencionales u otros métodos no hormonales. Según el consejo, el uso de esta píldora sólo es recomendable en caso de urgencia, ya que "aunque los efectos secundarios son clínicamente poco relevantes, suponen molestias adicionales que, junto con la menor protección frente al embarazo, hacen de éste un método sólo indicado para situaciones excepcionales". El citado informe recuerda que este fármaco previene, principalmente, embarazos no deseados, por lo que reduce la tasa de abortos. En algunos países europeos, como Holanda, donde el uso de anticonceptivos es alto entre los jóvenes y la anticoncepción de emergencia ha estado disponible desde hace décadas, se registran los índices más bajos de abortos de todos los países industrializados.

Fotografía de Patricia R. Cima