ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Hermano negro
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad21-05-2006
Te escribo estas líneas en respuesta a esas muchas llamadas que me hiciste y que no tuve el valor de contestar. Quizás fue la pereza o el recelo, o todo a la vez. El caso es que ahora, el calendario marca un día para África y la efeméride me ha pinchado en el corazón. Esta parte del mundo que dice ser la desarrollada tiene muchas espinitas clavadas y por eso se limpia la conciencia salpicando el año de días mundiales. El 25 de mayo se celebra la jornada del continente negro. Pero ni aún así -tampoco con el plan que ha hecho el Gobierno- nos atrevemos a conocer a África con los ojos limpios de prejuicios. Y eso a pesar de que tienen mucho que decir los más de 900 millones de habitantes que viven en su suelo. Hermano negro, lo reconozco, yo también te miro con los ojos sucios de preujuicios, pero poco a poco me estoy atreviendo a mirarte de otra forma, ya que tiene que haber toneladas de desesperanza para que pongas tu vida un precio: el de la tierra prometida. Aún sabiendo que muchas veces viniste en un cayuco ni siquiera atrevo a aguantarte la mirada, cuando para mí deberías ser un héroe. Un héroe, un hombre, un hermano hecho de la misma pasta que yo. Es más, de mejor pasta que yo, pues quién me creo saber yo de las guerras, de la explotación y de la miseria que has sorteado ahí abajo, más allá del desierto. Hermano negro, si acaso, soy yo quien tiene que agradecerte lo mucho que me das cuando yo apenas te ofrezco una limosna para el pan nuestro de cada día. Un par de monedas no valen nada comparadas con la riqueza de encontrar en ti la fuerza para mirarte a los ojos y ver, en tu tez oscura, la cara de un hermano.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo