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ORIENTE PRÓXIMO

Olmert muestra a Bush su voluntad de fijar las fronteras finales de Israel

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional21-05-2006

A finales del mes de febrero, la diplomacia israelí tachaba a Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, de irrelevante. En palabras de la ministra de Exteriores en funciones en aquellos días de campaña electoral, Tzipi Livni, “Abbas no tiene la menor importancia”. La ironía política quiso que la semana pasada los rumores hablaran de un posible encuentro entre la que ahora es jefa de la diplomacia en Israel y el “poco o nada importante” Abbas.

Justificados estaban los rumores que daban cuenta de que Abbas, el representante de la institución que dirige la política exterior de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), tuviera un encuentro con Livni durante el Foro Económico Mundial organizado en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheik el último día de la semana pasada. La ministra de Exteriores israelí había asegurado hacía tan sólo una semana ante su homólogo francés, Philippe Douste-Blazy, que Abbas era “una figura positiva”. Los rumores se alimentaron de este manifiesto cambio de tono de Livni a la hora de hablar de Abbas. Pero las especulaciones se nutrieron, sobre todo, de que Olmert manifestase al New York Times que su plan unilateral que prevé fijar las fronteras definitivas de Israel es “un concepto dinámico” que no debería en ningún momento “dejar de hablarse con los palestinos”. Ambas posturas, que uno podría identificar al “centrismo” que dicen que encarna el partido israelí Kadima, en realidad no llegaron a trascender y las buenas palabras, quedaron en eso, palabras. En el caso de Livni porque el ministerio de Asuntos Exteriores israelí aclaró un día después de las declaraciones de la jefa de la diplomacia de Israel que si bien Livni y Abbas pronunciarían un discurso en la misma tribuna en la cita de Sharm El-Sheik, entre ambos, “ningún encuentro tendrá lugar”. En cuanto a Olmert, se sabe que, aunque el premier israelí quiera dar a conocer a EE.UU su plan unilateral, los oficiales de la Casa Blanca han expresado sus reservas a cerca de dicho plan durante los encuentros preparatorios de la cita que reunió a Bush y Olmert la pasada semana En Washington piden calma porque “las presiones sobre Hamas son sólo el principio”, y se podrían “ver cambios políticos”. Este optimismo estadounidense sobre un posible cambio de postura de Hamas, que sigue sin reconocer Israel, impide que el desalojo de 60 000 colonos en Cisjordania pueda plantearse como solución al conflicto en estas horas. Por eso, a escasos días de la primera visita de Olmert a la Casa Blanca como primer ministro, éste ya no hablaba con tanto aplomo sobre una explicación de su proyecto a Bush y se entregaba a la especulación sobre la fecha de una posible presentación oficial de su “dinámico” y “dialogado” plan. “Entre 3 y 10 meses”, es el tiempo que se da Olmert. El plan unilateral de Olmert prevé la anexión del 10 por ciento de Cisjordania. A lo que se adhiere el agravante unilateral, que pasa por encima de toda posibilidad de resolución pacífica del conflicto israelo-palestino. Esto mismo, lo recordaba a Le Figaro antes de su visita a Paris, Monseñor Michel Sabba, el patriarca latino de Jerusalén: “La paz sólo puede hacerse contando con las dos partes”. Tensión entre Fatah y Hamas En el lado palestino, otras dos partes, o más bien, dos partidos políticos que no llegan a desarrollar una buena entente son Fatah y Hamas. La semana pasada, aprovechando los compromisos en Europa del presidente palestino, líder del hasta el pasado mes de abril partido gubernamental, Fatah, los islamistas de Hamas que controlan el Gobierno dieron un paso más hacia la integración de su fuerza armada en la ANP, desplegando la recién creada fuerza policial formada por miembros de la “Organización de Resistencia Islámica”. El gobierno de Ismail Haniya se ha servido de las declaraciones de Abbas en las que aseguró hace unos días que estaba dispuesto a integrar en los servicios de seguridad a un “número razonable” de islamistas. Así, el miércoles pasado, en Gaza, una treintena de estos nuevos policías ya patrullaban y se enfrentaban a otros miembros de los servicios policiales que controla Fatah.

Fotografía de Salva Martínez Más