INIMIGRACIÓN
"Quien entre irregularmente en España será expulsado"
Por Elena R. Blázquez
2 min
Sociedad21-05-2006
Esta contundente advertencia la realizó el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando la cifra de inmigrantes retenidos en Canarias sumaba 2.008 personas. Poco después se llegó a la cifra de 6.900, con el consiguiente colapso de los centros de acogida.
Cerca de un millón de personas se encuentran en situación ilegal en España, según la Secretaría de Estado para la Inmigración. Un año después de que se llevase a cabo el proceso extraordinario de regulación de inmigrantes, entre el 7 de febrero y el 7 de mayo de 2005, 770.000 personas aún no tienen papeles, a las que hay que sumar los más de 100.000 extranjeros que ni siquiera se han empadronado y los que han entrado de forma ilegal en el país en el último año, según los datos de diversas ONG. El Instituto Nacional de Estadística calcula que el aumento anual de extranjeros no comunitarios ronda el medio millón. Pero la llegada masiva de cayucos a Canarias en la última semana supera todo lo previsible: desde principios de año han llegado a las Islas 6.900 inmigrantes. A pesar de las dificultades del viaje, la mayoría llega en buen estado, pero muchos sufren deshidratación, síntomas de inanición, contusiones por golpearse con las barcas, úlceras producidas por el combustible, rozaduras por el salitre. Además llegan empapados o vomitados. A su llegada, son recibidos en la playa por los equipos de atención de Cruz Roja, quienes les cambian de ropa y les abrigan con una manta. Después les curan las heridas y les suministran suero o comida. También registran sus datos y, finalmente, les proporcionan ropa y calzado para mudarse. Lo siguiente es conducirles hasta los centros de internamiento de extranjeros, donde pasarán el tiempo imprescindible para efectuar su repatriación. En la última semana, en Canarias, los centros están en el límite de su capacidad. El ministro de Interior ha anunciado que se reforzarán los dispositivos de acogida temporal en campamentos, cuarteles y otros lugares, y que se agilizarán los procesos de identificación y repatriación. Los que no puedan ser devueltos a su país serán trasladados a la península. El Gobierno ha dedicado una partida de 120 millones de euros a la acogida, atención e integración de inmigrantes. Y ha previsto el despliegue de vigilancia intensiva en las costas africanas -con la ayuda de Francia- para frenar el flujo de pateras y cayucos. El Gobierno cree que las mafias saben que dentro de poco tiempo será más difícil la llegada a España, por la presencia de ocho patrulleras, y que esa es la razón de que desembarquen con tanta rapidez la cantidad ingente de inmigrantes en Canarias. Les meten prisa porque es ahora o nunca. Aunque la oposición sostiene que el fenómeno de estos días se debe al efecto llamada producido por la regularización masiva, el Ejecutivo mantiene que es la miseria de sus países lo que les empuja a escapar.