MEDIO AMBIENTE
El acceso al agua no se considera un derecho
Por Elena R. Blázquez
2 min
Sociedad22-03-2006
Sólo el líquido básico para la vida es capaz de congregar a tantas personas a su alrededor para poner ideas en común. Se trata del IV Foro Mundial del Agua, que se ha celebrado en México entre los días 16 y 22 de marzo, en busca del desarrollo sostenible.
Grupos de indígenas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, jóvenes, representantes de la industria, de las academias, representantes de los gobiernos, agencias de la ONU, y los medios de comunicación. Un total de 11.000 participantes se han reunido en el IV Foro Mundial del Agua, durante una semana, para dialogar y poner en común la toma de decisiones políticas respecto de la gestión y el suministro del agua para conseguir el desarrollo. El tema de este año trataba de plantear Acciones locales para un reto global. Han surgido algunos desacuerdos, como el planteado por la representación boliviana en el foro: la exigencia de reconocer el acceso al agua como uno de los derechos humanos fundamentales. El presidente andino, Evo Morales, está apostando por este derecho en su país desde su llegada al poder. El ministro del Agua de Bolivia, Abel Mamani, advirtió de que su país no firmaría la declaración final si en ella no aparecía recogido este derecho. El ministro de Medio Ambiente francés, Pascal Berteaud señaló que el derecho humano al agua no está en duda. Y finalmente, el derecho no está recogido como tal en la Declaración Ministerial. Aunque sí que se reconoce, en el primer punto, "la importancia crítica del agua (...) para todos los aspectos del desarrollo sustentable, incluyendo la erradicación de la pobreza y el hambre" y que un "incremento sustancial de los recursos (...) será requerido para que los países en desarrollo alcancen los objetivos y metas internacionalmente acordados". A pesar de esta diferencia de criterios, en el foro también ha habido acuerdos. Como el reconocimiento del papel fundamental de los gobiernos –a través de una mezcla de tarifas apropiadas y subsidios- para mejorar el acceso al agua potable, proporcionar un saneamiento básico, la tenencia sostenible y segura, y una vivienda adecuada. Así como la importancia de políticas domésticas e internacionales para mitigar los desastres relacionados con el agua. También han prevalecido los compromisos: alcanzar los objetivos sobre la gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH) –porque el mayor problema del agua no es su escasez sino su mala gestión-, el acceso al agua potable y saneamiento básico, acordados en la Agenda 21, la Declaración del Milenio y el Plan de Aplicación de Johannesburgo (PIJ), y el de reducir a la mitad, en el año 2015, el porcentaje de personas que carecen de acceso a agua potable. Avances, novedades, acuerdos, discordancias. Después de todo, queda como conclusión la idea fundamental que ha inspirado este IV Foro Mundial del Agua: muchos problemas pueden solucionarse en el ámbito local si a los ciudadanos y las comunidades se les cede el poder y los recursos adecuados.
