ESTATUTO CATALÁN
Con la reforma a punto, Cataluña queda definida como “nación”
Por Mía Martínez
2 min
España23-03-2006
El Estatuto catalán parece haber cobrado vida propia. Su camino continua a lo largo de la política española, no sin sobresaltos, pero ganando fuerza. Prueba de ello es la aparición de la palabra nación para definir el territorio catalán. Uno de los siguientes, y últimos pasos, acabará por debatir el texto en un pleno del Congreso dedicado íntegramente al Estatuto.
Era algo sabido que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) votaría “no” en la Comisión Constitucional del Congreso al texto que se establece por primera vez “que Cataluña es una nación”. Sin embargo, este hecho preocupó -tanto en La Moncloa como en el Palau de la Generalitat- por la lectura que se deriva de la negativa, una postura que podría afectar directamente al tripartito catalán. Aún así, en la última sesión, el Estatuto fue aprobado a pesar de los votos en contra de ERC, PP y EA, por motivos muy distintos. El PP votó “no” por considerarlo directamente inconstitucional. El portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, llegó a asegurar que la inclusión del término “nación” en el Preámbulo era “la expresión de una Cataluña oficial en la que no caben la mitad de los ciudadanos catalanes”. Sin duda, este ha sido uno de los puntos que más complicaciones ha creado pero, a pesar de todo, la comisión finalizó sus trabajos y ahora se dispone a preparar el dictamen del texto que será debatido en un pleno monográfico en el Congreso. Fuera del texto, eso sí, quedaron los cuatro puntos de discrepancia: las selecciones deportivas propias, la circunscripción electoral para Cataluña y el traspaso de puertos y aeropuertos, que se completará con leyes orgánicas. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, creyó injustificado el “no” de ERC y supone, refiriéndose a la inclusión del término nación, “un salto adelante histórico en el autogobierno”. Desde ERC, la portavoz Marina Llansana respondió que es “inaceptable que se castigue a un partido por su coherencia” y afirmó que son los demás los que han cambiado. En un último intento de sumar a ERC al “sí” al Estatuto, Maragall confirmó que había pedido a Zapatero una reunión con él y el cuatripartito. Pero el malestar y las dudas en La Moncloa se hicieron evidentes cuando el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró que el presidente no tiene prevista “ningún tipo de reunión antes del día 30”, fecha en que se aprobará el texto en el Congreso. El Gobierno, con la intención de sentar precedentes, matizó que aunque ”no se da nada por cerrado”, se deberán garantizar avances previos. En este sentido, fuentes del Ejecutivo consideran “incompatible” desde la “lógica política” que ERC mantenga un voto contrario o de abstención frente al Estatuto y que, al mismo tiempo, tenga la idea de continuar en el tripartito catalán. Por el contrario, desde la Generalitat se quiso dejar claro que sólo Maragall sería el responsable de decidir la composición del Govern de Cataluña.