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ESCUDO ANTIMISILES

EE.UU. anuncia la construcción del escudo antimisiles

Fotografía El presidente de Estados Unidos, George W. Bush

Por Mariella GoliaTiempo de lectura1 min
Internacional05-05-2001

Previamente y a través de conversaciones telefónicas, George W. Bush, comunicó a su homólogo británico Tony Blair, al alemán Gerhard Schroeder, al francés Jacques Chirac, al canadiense Jean Chrétien, al secretario general de la OTAN, George Robertson, y al ruso Vladímir Putin su decisión de desarrollar el escudo antimisiles para proteger su territorio, sus fuerzas militares en el extranjero y a sus aliados europeos y asiáticos.

Con este proyecto el Pentágono retoma el espíritu de la guerra de las galaxias impulsado en los años 80 por el entonces presidente Ronald Reagan. George W. Bush afirmó en su discurso que "el desarrollo de un sistema de defensa contra misiles balísticos hará nuestro mundo más seguro. La guerra fría ha terminado, debemos ir más allá del Tratado ABM". El Tratado Antibalístico, que fue suscrito en plena Guerra Fría, prohibía construir sistemas de defensa nacionales contra misilies balísticos y convertía a ambas potencias vulnerables al ataque. Esta situación garantizaba un equilibrio internacional de seguridad. El sistema de defensa propuesto por EE.UU. consiste en detectar, a través de una red de satélites y radares, y destruir cohetes enemigos en el aire antes que lleguen al espacio aéreo del país. El proyecto no aspira sólo a evitar ataques de países enemigos como Irán, Irak o Corea del Norte sino también proteger contra lanzamientos accidentales de misiles intercontinentales y tener la suficiente capacidad para hacer frente a los arsenales de Rusia y China. EE.UU. ha anunciado que reducirá las cabezas nucleares activas de 7.200 a menos de 2.500 para demostrar la defensa de un equilibrio nuclear. Mientras la Unión Europea se muestra escéptica e intenta eludir manifestaciones de apoyo al proyecto, China lo condenó y aseguró que el escudo antimisiles "destruirá el equilibrio internacional de seguridad y podrá provocar una nueva carrera de armamentos". Rusia, sin embargo, se mostró dispuesta a dialogar con Washington.

Fotografía de Mariella Golia