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ANÁLISIS DE ESPAÑA

La anti-negociación

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España22-01-2006

Salvo catástrofe monumental, finalmente habrá nuevo Estatuto en Cataluña. Parecía que este momento no iba a llegar nunca pero ahí ha estado Zapatero una vez más para demostrar que, en política, no hay nada imposible. A partir de ahora comienza la verdadera recta final, la de los codazos entre los dirigentes catalanes en busca del mejor lugar en la foto. Mientras tanto, a la opinión pública sólo le queda felicitarse. Según los estudios llevados a cabo por Ferraz, la masa empezaba a estar peligrosamente cansada de tanto término nación por aquí y tanta financiación por allá. Los titulares de los periódicos dejarán paso a otros temas de la actualidad. Pero a pesar de todo, algunos como el PP lo echarán de menos. Se les va uno de sus principales filones de desgaste al Gobierno. No obstante, siempre les quedará la “claudicación ante ETA” igual que a Humphrey Bogart siempre le quedaba Paris. Se baja el telón después de dos años de trámites en los que la palabra más escuchada, negociación ha sido a la vez, la menos practicada. Una negociación consiste en la voluntad de las partes de alcanzar soluciones mediante el acuerdo. Para ello es necesario tener claro que tu enemigo no es la persona que tienes delante sino el problema en si mismo. Con motivo de la reforma estatutaria, la clase política se ha dedicado a atacarse entre ella en lugar de afrontar el problema. El ventajismo electoral y los intereses personales han vuelto a pesar más que las verdaderas necesidades de los ciudadanos. De este modo, el objetivo que debe perseguir toda negociación no sólo queda anulado sino que lo que se obtiene es el efecto contrario. No es nuevo, lo mismo sucedió con la crisis del Carmelo y el escándalo del 3 por ciento y sucede hoy día en otros escenarios. No hay más que ver el País Vasco. Populares y socialistas pierden los papeles en enfrentamientos particulares mientras el verdadero problema sigue campando a sus anchas. Al final, unos y otros, lo acabarán pagando.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio