ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Un minuto
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad27-11-2005
En el mundo hay casi tantos enfermos de sida como habitantes en España: cuarenta millones. Otros seis millones de personas mueren cada año de hambre en el mundo. Pero esta última cifra es la de la inocencia: son seis millones de niños. Averigüemos si tiene sangre nuestro corazón. Imaginemos que la ciudad de Madrid sólo tuviese niños y que todos morirían por la desnutrición. Ni nos inmutamos. Nos resvala. No queremos verlo. Pensemos pues en seis millones de llantos angustiados; en seis millones de caritas desangeladas; en seis millones de cuerpecillos huesudos y delgados. Y pensemos en esos otros cuarenta millones de gemidos de dolor; en cuarenta millones de yagas; en cuarenta millones de cadáveres que respiran hasta que les deje hacerlo esa peste moderna que es el sida. Pensemos durante un minuto. ¿Tienen la culpa? ¿Les ayudamos? En el mundo hay muchos otros enfermos que no saben cómo curarse en el amor. Son muchos, muchísmos, millones de hombres necesitados de poder los que humillan y maltratan a las mujeres. Tampoco sabemos el verdadero significado de estas situaciones. Nos pillan de lejos, quizás. O si nos enteramos de algo, miramos a otro lado. Pero pongámoslas nombre y apellidos, rostro y una historia de amor. Casi todas empezaron así. Pensemos entonces en el sufrimiento de las mujeres, en su cuerpo forzado, en su piel amoratada, en su personalidad diluida, en la desesperación por acabar con la angustia que también padece su hijo. Pensemos en ello, aunque sea sólo un minuto. Un minuto quizás sirva para cambiar el mundo. Por algo se empieza. Después miremos nuestro ombligo y volvamos a las cosas buenas que nos rodean: el aire limpio o el padre al que se le cae la baba con su hijo recién nacido.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo