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IRAQ

Cae la popularidad de Bush más de un 40 por ciento

Fotografía

Por Susana MendozaTiempo de lectura2 min
Internacional30-10-2005

Ha muerto el soldado estadounidense número 2.000, se llamaba George Alexander y tenía 34 años. Alexander no murió en un atentado especialmente cruento, ni llamó la atención por ninguna particularidad. Resultó herido cuando una bomba estalló cerca del convoy en el que viajaba.

El nombre de George Alexander resuena en todos los medios de comunicación porque ha tenido el funesto honor de ser el fallecido número 2.000, una cifra redonda que ha colmado el ya desbordado vaso de la paciencia de un gran número de norteamericanos, que se han echado a la calle en numerosas manifestaciones contra la guerra. Esto se ha traducido también en un enorme descenso de la popularidad del presidente estadounidense, George W. Bush, que ha pasado de estar en la cima, al comienzo de la guerra de Iraq, a caer un 40 por ciento en los últimos sondeos realizados por la empresa Gallup. Y es que ya se empiezan a oír voces pidiendo la retirada de las tropas estadounidenses, o al menos reducir las que hay. El senador demócrata John Kerry pidió en un encendido discurso, la retirada de al menos 20.000 soldados, resaltando el hecho de que además de los muertos, ya hay más de 15.000 heridos. Bush ha afirmado, en un discurso ante la Asociación de Esposas de Militares, que “Esta guerra requerirá más sacrificio, más tiempo y más determinación”, aunque no ha ayudado mucho que el pasado sábado un camión bomba matase a 30 civiles en un pueblo aledaño a Bagdad, ni que hayan procesado al jefe de Gabinete del vicepresidente Dick Cheney. Este escándalo, donde el nombre de una agente secreta fue filtrado para presionar a su marido por críticas a la guerra de Iraq, se suma al desastre del Katrina para hacer pasar a la Casa Blanca por su peor época desde el mandato de Bush. Las críticas norteamericanas no sólo le llueven al Gabinete de Bush por Iraq sino también por su comportamiento con su propio país, ya que lo que más le ha valido al presidente estadounidense caer vertiginosamente ha sido el mal manejo y la tardanza en solventar la situación de los damnificados. Tampoco ha ayudado mucho a limpiar la imagen de Bush el huracán Wilma, que ha dejado sin electricidad a parte del Estado de Florida.

Fotografía de Susana Mendoza