IRAQ
La falta de testigos obliga a posponer el juicio contra Sadam
Por Miguel Martorell1 min
Internacional23-10-2005
El proceso judicial contra el depuesto dictador de Iraq, Sadam Husein, ha sido aplazado hasta el próximo 28 de noviembre porque más de la mitad de los testigos que debían comparecer no acudieron ante el tribunal por miedo. Durante el juicio, el ex dictador se declaró no culpable del asesinato de los cargos que se le imputan y, con actitud arrogante, se negó a responder a los requerimientos del tribunal.
"No te reconozco ni a ti ni al tribunal que presides. Tampoco reconozco la agresión contra Iraq y conservo mi derecho constitucional como presidente a no responder a tus preguntas, pues lo que se ha construido sobre el vacío está vacío", así respondió Husein a las preguntas que le dirigían los magistrados ante el Tribunal Especial, reunido en la llamada Zona Verde de Bagdad. La actitud desafiante del ex dictador se mantuvo durante todo el proceso en el que se le imputa el asesinato de 143 chiíes en Duyail en 1982. Junto a Sadam, comparecieron siete antiguos dirigentes de su partido, Baaz, a los que también se considera partícipes de la matanza. Cuando los magistrados le pidieron que dijera su identidad completa, Sadam dijo que ya le conocían, para a continuación cargar contra el tribunal. Los argumentos que dio son los mismos que utilizará su defensa durante el proceso: no reconoce la autoridad de los jueces y el juicio es ilegal. Cientos de iraquíes se habían reunido alrededor de los televisores para poder seguir el proceso en las calles de Iraq. Ninguno de ellos mostró su sorpresa cuando Sadam se declaró no culpable de los cargos y muchos se manifestaron en Bagdad para pedir la pena de muerte para el ex dictador. Husein afrontará cerca de una decena de juicios por los crímenes cometidos por su régimen, incluyendo la brutal represión que sufrieron lo chiíes tras su levantamiento en 1991 y el ataque con gases a la provincia kurda de Halabja. El juicio abierto el pasado día 19 se pospuso hasta el 28 de noviembre debido a que más de la mitad de los testigos no acudieron ante el tribunal por miedo. Además, el proceso está envuelto en la polémica dado que los jueces no gozan de credibilidad entre los abogados iraquíes y algunas organizaciones pro Derechos Humanos cuestionan su imparcialidad.