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TERREMOTO

La peor pesadilla humanitaria

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura3 min
Sociedad23-10-2005

Falta poco para la llegada del invierno, y con él, las nevadas que dificultarán aún más el acceso de la ayuda en las zonas montañosas del norte del país y que elevarán dos veces más el número de muertos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta de que estamos en una carrera contra reloj.

"Necesitamos un puente aéreo como el de Berlín. Si pudimos hacerlo a finales de 1940 deberíamos poder hacerlo en 2005", expresó el Subsecretario General para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland el pasado jueves en una conferencia de prensa en Ginebra. Considera que la situación es peor que la desencadenada por el tsunami, y lamenta que el mundo no sea consciente de ello, porque no está respondiendo como debería. En una gira en busca de financiación, Egeland ha mostrado su frustración por haber recibido sólo una cuarta parte de la ayuda solicitada. De ella, sólo un cinco por ciento ha llegado a su destino. Según el gobierno paquistaní, el número de víctimas mortales a causa del terremoto llega casi a los 50.000, pero las autoridades regionales lo elevan a más de 70.000. Si la situación sigue igual cuando llegue el invierno, la cifra de víctimas se multiplicará por dos, como advirtió el coordinador humanitario de Naciones Unidas para Pakistán, Jan Vandemoortele. El jefe de la Unidad de Atención Primaria de Salud de Cruz Roja Española desplazada a Balakot, Carlos Urkía, afirma que la llegada de las primeras nieves podría agravar la situación de decenas de paquistaníes que se han quedado sin techo y el frío podría disparar las infecciones respiratorias entre la población que ya se encuentra muy débil. Para tratar de evitar un desastre mayor, estufas, mantas y tiendas de campaña se transportarán durante las próximas semanas a las regiones montañosas. La ONU ha calculado que se necesitan unas 450.000 carpas además de dos millones de mantas y sacos de dormir. La situación es tan desesperada que en la ciudad de Balakot, los habitantes quemaron la ropa donada por organizaciones internacionales para calentarse. Pero el frío no es el único que amenaza a los supervivientes del terremoto. Ya se han registrado casos de malnutrición en Muzaffarabad. Unas 440.000 personas habían recibido comida hasta el 16 de octubre, pero otras 560.000 necesitan ayuda en forma inmediata. El peligro de contraer enfermedades e infecciones aumenta debido a la falta de saneamiento, alimentos y agua potable. No hay que olvidar a los niños que han quedado solos y deambulan por la zona. Se teme que las redes que abusan de menores se aprovechen de ellos, pero el gobierno de Pakistán anunció que se hará cargo de los huérfanos e implementará programas de adopción. Por su parte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aceptó movilizar hasta mil hombres y poner un batallón de ingeniería a disposición de la operación humanitaria. Los ingenieros despejarán las rutas y caminos para facilitar la llegada de la asistencia. También enviarán cuatro helicópteros de gran capacidad, pero la ONU estima al menos 50 son indispensables, para acceder a las zonas montañosas y rescatar a las personas que aún quedan por evacuar. Este 26 de octubre está prevista una conferencia de donantes que recaude fondos para esta catástrofe.

Fotografía de Elena R. Blázquez