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SIN ESPINAS

Somos vírgenes

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión30-09-2001

Los periodistas jóvenes somos vírgenes. Y por eso no estaría de más que otorgaran un poquito más de credibilidad a nuestra inmaculada concepción de las cosas. Les sugiero esta apuesta de fe dada la situación actual del Periodismo en nuestro país. Todo esto a cuenta de que los profesionales de la información hemos terminado por convertirnos definitivamente en meras prolongaciones de parlamentos rancios. Y la culpa de todo esto la tienen nuestros mayores. Esos dinoperiodistas con camiseta de partido político que ponen la verdad al servicio de una trinchera. Hablo de los castillos fortificados que construyen en torno a sí estos viejos profesionales del periodismo cada vez que se suscita un asunto de interés general. De este ensimismamiento ideológico se derivan siempre opiniones etiquetadas a una forma de ver la fiesta. Puntos de vista que se olvidan siempre del fondo de la cuestión, lugar donde suele residir la verdad. Así, por ejemplo, en este país, cualquier otra cosa que no sea mostrar un apoyo incondicional a Estados Unidos tras lo acontecido el martes 11 de Septiembre es justificar la barbarie fundamentalista y ser antiamericano. Oigan ustedes, que existan mil razones para explicar lo que tristemente aconteció el Martes Negro, no tiene nada que ver con el fruto ideológico que saquen después los que en este país se siguen empeñando en devolvernos a la posguerra. A los que nada tenemos ya que ver con eso, nos importa un pimiento que la Izquierda se frote las manos ante el flaqueo del imperialismo capitalista de los yanquis con el discurso del ya os lo advertimos. Como nos da igual que este Liberalismo progre y emergente nos recalque cada día que nosotros también fuimos imperio y que las libertades de esta civilización nos las hemos ganado a pulso y honradamente. De nada nos vale eso a los que pensamos que la única globalización posible y necesaria es la de la solidaridad para resolver los problemas de TODA la Tierra. Por lo tanto, a los opinantes oficiales, esos extraterrestres del planeta TERTULIANO en donde una sola idea sobre algo es elevada a la categoría de línea de pensamiento, les pido que se dejen ya de zarandajas; que se dediquen a reflexionar con seriedad sobre los datos a los que otros no pueden llegar, y que den verdaderas claves de interpretación a una opinión pública mareada ya por tanta pelea barriobajera. Este país no puede seguir peleándose entre columnas de viejos, resentidos y reductos de las dos Españas: es una obstrucción a la verdad. Cada hijo de cristiano sabe ya que todos podemos llegar a ser igual de buenos e igual de malos, igual de corruptos y con semejante capacidad para ser honestos, igual de sinceros o con la doble moral de cualquier demagogo. Nos lo han enseñado ustedes; nosotros, queramos o no, todavía somos vírgenes.

Fotografía de Javier de la Rosa