PALEONTOLOGÍA
Los primeros ¬Homo Sapiens¬ europeos vivieron hace 31.000 años
Por Alfredo L. Zamora
2 min
Sociedad18-05-2005
En 1826 fueron descubiertas las grutas de Mladec en la localidad del mismo nombre situada en la República Checa. Las excavaciones, que comenzaron en 1881 por científicos de la corte de Viena, suministraron restos de una docena de seres humanos que han albergado un sinfín de preguntas en torno a su clasificación.
La colección de fósiles del que se llamó el Hombre de Mladec, que ha estado expuesta al público durante 120 años, se repartió entre Viena y el Castillo de Mikulov. Los albergados en este último, y a consecuencia de la II Guerra Mundial, se perdieron en un fatídico incendio, reduciendo así considerablemente los restos del que se convertiría años después en el primer humano moderno de Europa. Tras los fracasos de las pruebas realizadas con Carbono 14, los arqueólogos de la Universidad de Viena recurrieron al sistema de medición llamado Acelerador de masa Espectrométrica, analizando la materia orgánica de cuatro dientes y un hueso cúbito, datando así la existencia de este Homo Sapiens en 31.000 años. Los datos que se desprenden del estudio, que ha sido publicado en la revista británica Nature, "son suficientes para confirmar que los restos de Mladec son la colección fósil más antigua de seres humanos modernos del centro de Europa, y por tanto, fundamentales en la discusión sobre la aparición y destino de los neandertales", afirmó la antropóloga de la Universidad de Viena, Eva Wild. Pese a que se haya catalogado a estos fósiles como los más antiguos no hay que olvidar que en 2003 el paleontólogo Eric Trinkaus, colaborador también de este nuevo trabajo, descubrió una mandíbula en Rumanía, en la cueva Pestera cu Oase, cuya antigüedad era de 35 mil años. Pero el valor de este descubrimiento, pese a ser más antiguo, es menor ya que el número de piezas es mucho más reducido. Los restos del Hombre de Mladec presentan características anatómicas muy diferentes. Algunos fósiles son más arcaicos que otros, y se refleja un dimorfismo sexual como variación entre los individuos de una misma especie. Estos descubrimientos podrían esclarecer como se produjo la colonización de Europa y Asia desde África, cuestión sobre la que hay distintas teorías. La primera hipótesis sostiene que el hombre moderno proviene de África, lugar desde el que pobló hace 100.000 años el resto del mundo, condenando a la desaparición a la población humana ya existente. La otra teoría, que ha cobrado relevancia con este último descubrimiento, es que el hombre moderno se creó partiendo de formas previas en todos los continentes, produciéndose una mezcla de genes. Así el ser humano europeo tendría genes del hombre de Neandertal. "Es probable que contactaran porque coexistieron mucho tiempo y quizá compitieron entre sí, los humanos modernos pudieron acabar con los neandertales. Pero también es posible que el Homo Sapiens fuera ocupando las áreas vacías y que nunca se vieran cara a cara. De momento, lo que han demostrado las pruebas de ADN es que no se mezclaron", afirma el codirector de Atapuerca (Burgos), José María Bermúdez de Castro.