El parlamento iraquí ya tiene presidente
Por Salva Martínez Más2 min
Internacional03-04-2005
La Asamblea Nacional iraquí nombró al presidente de la Cámara el primer domingo del mes de abril. La decisión de nombar en ese cargo a Hajim Al Hasani, hasta ahora ministro de Industria, llegó en otra semana marcada por la violencia.
La Asamblea Nacional iraquí se reunió por primera vez a mediados del mes pasado. En aquella ocasión, los elegidos como representantes iraquíes tras las elecciones del 30 de enero no llegaron a ningún acuerdo sobre quién estaría a la cabeza del Parlamento. Tampoco lo lograron el pasado martes, día en que tuvo lugar la segunda reunión de la recién nacida institución democrática iraqui. Sin embargo, al tercer encuentro de la Asamblea fue la vencida. Los partidos políticos mayoritarios del país, la formación chií Alianza Unificada Iraquí (AUI) y la lista de diputados kurdos del Partido Democrático del Kurdistám (PDK) se pusieron de acuerdo para nombrar a un suní como presidente del Parlamento. De esta forma, Hajim Al Hasani, de 51 años, procendente de Kirkuk, formado en la Universidad de Conneticut (EE.UU.) y practicante de la rama minoritaria del Islam en Iraq que es el sunismo, ocupará un papel muy importante en la democracia iraquí. A partir de ahora se configurará un Gobierno representativo de las elecciones del pasado 30 de enero. De hecho, algunos diputados iraquíes aseguraron que el miércoles la Asamblea eligirá al nuevo jefe de Estado. Además, el nombramiento de Al Hasani lanzará el debate constituyente que tiene como fecha el próximo 15 de agosto. Para este día está previsto que Iraq tenga una nueva Constitución y pueda así emanciparse de la LAT, la ley que rige por el momento la Administración transitoria iraquí. Lo que parece más difidil de enmendar es la situación de violencia que vive el país. Aunque el lunes pasado el ministro del Interior iraquí, Falah Al Nakilb, dijera que la guerrilla iraquí “se desmonorará muy pronto”, la realidad da muetras de todo lo contrario. Los ataques de la insurgencia continúan causando víctimas a diario sean, estadounidenses, policías o militares iraquíes y quienes mueren por encontrarse en los lugares donde ataca la resistencia, los civiles. La semana pasada hubo ataques de lunes a domingo. Pero en esos días también se hizo público que las crisis que vive Iraq no se ciñen únicamente a la seguridad y a lo político. Naciones Unidas denunció el empeoramiento de la situación alimentaria en el país. Según un estudio de la ONU sobre alimentación en el mundo, en el Iraq de la ocupación, la malnutrición de los niños se ha doblado. Tras dos años de la caída del régimen de Sadam Husein, ocho de cada cien niños sufre malnutrición grave. Esta situación “resulta de la guerra lanzada por las fuerzas de la coalición”, aseguró Jean Ziegle, quien presentó el informe la semana pasada ante la comisión de Derechos Humanos en Ginebra.