ANÁLISIS DE LA SEMANA
La mujer perfecta
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad13-03-2005
"Donde falta la cerca, la posesión será robada; y donde no hay mujer, el hombre va guiado a la deriva", Sirácida 32, 25. La mujer perfecta es una persona. Está hecha de carne y hueso, tiene cabeza y corazón. Es el hombre perfecto que necesita el varón, pero sin serlo. Para entender al uno es preciso entender al otro y los dos necesitan entenderse. El día en que esto se comprenda no habrá que recordar en una fecha las injusticias que sufre el sexo débil en todo el mundo, más lejos o más cerca, también aquí al lado. Quizás para entonces muchas personas descubran que los hombres también sufren las consecuencias de esas situaciones de injusticia. Porque sin las mujeres ellos lo tendrán mucho más difícil para encontrar el verdadero significado del concepto de persona y cómo llegar a serlo de forma más plena, casi del mismo modo como sin madre uno no puede ser hijo. La mujer perfecta busca serlo en el alma, y por ello también lo es para los otros. La mujer perfecta lo es también con el hombre, venga de donde venga, haga lo que haga, sufra la enfermedad que sufra. Ella podrá ser perfecta, como lo podrá ser él, aunque tengan errores, a pesar de sus defectos. Cada uno puede curar las enfermedades en el alma del otro. Muchas veces ella le cura, le complementa, le guía y le aconseja, tanto como él sana los temores de la mujer, la ayuda en sus propósitos, la instruye, la proteje. La mujer perfecta lo es porque Dios lo es más y ama la imperfección de los hombres.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo