UNIÓN EUROPEA
Los líderes europeos reciben a Bush en la UE
Por Salva Martínez Más3 min
Internacional27-02-2005
Bruselas, Maguncia y Bratislava. Estas fueron las tres ciudades europeas que visitó Bush la semana pasada. El mensaje que transmitió a los europeos en la capital belga supuso una llamada al trabajo conjunto.
“Nuestro objetivo inmediato es la paz en Oriente Próximo”. George W. Bush enunció así uno de los temas prioritarios en los que espera trabajar de forma conjunta con los europeos. Según el presidente estadounidense, la importancia de encontrar una solución al conflicto israelo-palestino radica en que no se puede “vivir en paz y seguridad si Oriente Próximo sigue produciendo ideologías de muerte y terroristas que buscan las armas más letales”. Además de esta referencia a la violenta situación que viven tanto israelíes como palestinos y, desde hace un par de años, iraquíes, Bush también advirtió a Siria de la voluntad que tiene la “familia atlántica” de que este país deje de “apoyar a los terroristas” y termine con su “ocupación en Líbano”. Precisamente Líbano fue uno de los temas que trataron el presidente estadounidense y su homólogo francés, Jacques Chirac. En el encuentro que ambos mantuvieron a última hora del primero de los días de la gira de Bush, Chirac le recordó al líder estadounidense la disponibilidad de Europa para “ayudar a concretar todas las esperanzas de paz”. El norteamericano no sólo tomó en serio estas afirmaciones, sino que se refirió al futuro encuentro que mantendrá con Jaques Chirac en su rancho de Texas con un hilarante: “¡Necesito un buen cow-boy!” Así, se confirmó lo que un consejero de la Casa Blanca dijo sobre los dos dirigentes: “La relación Bush-Chirac no es tan mala. Los dos tienen contacto fácil mientras no hablen de Iraq”. Sin embargo, la novedad de la visita a Bruselas del presidente de EE.UU. fue la reunión que mantuvo con la Unión Europea, en concreto, con el Consejo Europeo y con la Comisión. Con motivo de esta visita al seno de la UE, la Comisión invitó a sus más de 2.000 euroburócratas a trabajar en sus casas o en otro lugar que no fuera la sede de un Ejecutivo europeo que se vació para la ocasión. Trastornos eventuales a parte, el martes pasado fue la primera vez que Bush se reunía con las altas instacias europeas. Este hecho, supone la apertura de un nuevo foro para las reuniones transatlánticas que ponga fin a las cumbres bilaterales que tanto pueden dividir y que han divido a la política exterior europea. Fiel a este tipo de encuentros, George W. Bush, también se reunió la semana pasada en Maguncia con el canciller alemán, Gerhard Schröder, e hizo lo propio en Bratislava con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Los discursos de ambos encuentros fueron bien distintos. Si en la ciudad alemana Bush y Schröder hablaron más de aquello que más les unía de lo que les separa o les separó, en la capital eslovaca, Putin y el presidente de EE.UU. demostraron haberse encontrado en mejores momentos diplomáticos. Si en junio de 2001 George W. Bush estaba dispuesto a “hacer historia” con Putin tras el encuentro que mantuvo con el dirigente ruso en Ljubjana, la capital eslovena; tras su reunión del jueves pasado, surgieron diferencias entre ambos respecto el modo de entender la democracia. A pesar de las fricciones conceptuales, ambos países profundizaron en la colaboración antiterrorista y comercial.