CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Mentiras postelectorales
Por Álvaro Abellán
3 min
Opinión20-02-2005
Si la estadística, de suyo, es poca ciencia cuando pretende comprender el comportamiento humano, lo es aún menos cuando sus números caen en boca de políticos mezquinos o imbéciles. Digo lo de imbéciles por dejar esa puerta abierta y no tacharles, así, de inequívoca maldad y miseria espiritual. El ministro de Interior, José Antonio Alonso, “sin entrar a valorar los datos”, dijo que “11 millones de españoles han dado un SÍ inequívoco a Europa” y que “tan solo 2.300.000 votaron NO”. Pasó la palabra a la vice De la Vega, quien sostuvo que el “76 por ciento de los españoles han votado sí a Europa; 76 de cada cien españoles ha votado sí a este Tratado constitucional”. Puestos a simplificar y traducir los datos estadísticos, habría que recordarle a esta manipuladora -o imbécil- que es cierto que 76 de cada 100 de los que han votado han dicho sí. Pero que, de cada 100 españoles con derecho a voto -que es lo que ella ha transmitido-, 30 lo han ejercido para decir “sí”. En realidad, en este país “tan europeísta”, querida De la Vega, de cada 100 españoles hay 70 que: o no han votado, o han votado No o han votado en blanco. Supongo que la afirmación explicativa de De la Vega de que “76 de cada 100 españoles ha votado sí” es lo que Zapatero llamó “pedagogía sobre la Constitución”, que consiste en insultar a la inteligencia de los electores hasta que éstos se crean idiotas perdidos. “Tiene usted razón, Sr. Presidente, -pide que le digamos- no votamos un texto que tengamos que leer o conocer, sino un sí a más Europa”. El irónico Rajoy ha dicho lo que tenía que decir; y no sólo porque era lo que convenía a su partido, sino porque no ha maquillado los datos ni ha ejercido esa traducción libre de las estadísticas. Lo que oculta el gallego es que su campaña no ayudó tanto al éxito del SÍ como al fracaso en participación del que ahora intenta culpar al PSOE. Es en los feudos populares -además de en los nacionalistas- donde la abstención, el voto en blanco y el NO han tenido una especial presencia. Izquierda Unida -cuya sede, más que en la Calle Olimpo, parece estar en el Mundo de Yupi- se ha inventado un triunfo inequívoco de la izquierda y la Europa plural. Considera que todos los NO y todos los votos en blanco y gran parte de la abstención, son votos de izquierda. El bueno de Llamazares ha descubierto que las conservadoras ancianitas del madrileño barrio de Salamanca -el bastión más importante del PP en Madrid capital y donde en este referéndum ha salido un 30 por ciento de NO- se han convertido en rojas radicales. Ya lo decía una respetable ancianita al salir de misa: “Me da no sé qué votar NO, lo mismo que los impresentables de Rovira y Llamazares”. Pero esto es lo que tiene nuestra supuesta democracia, mejor llamada Demagogia: el pueblo dice lo que piensa y los políticos entienden lo que quieren.
