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CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR

‘Minority Report’

Fotografía
Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión04-11-2002

El mago del cine de acción Steven Spielberg lleva un tiempo haciéndose pasar por intelectual, pero no le sale. La lista de Schindler le sirvió para sacudirse la fama de frívolo y eso le salió bien: el director de origen judío conoce perfectamente la condición y la historia de su pasado. Sin embargo, los últimos ensayos con guiones de culto como el último de Kubrick -Inteligencia Artificial- y Minority Report, inspirada en la misma novela de P.K. Dick que Blade Runner, no le han salido bien. La lista de Schindler es una película de género con las innovaciones justas que un director de filmes de acción era capaz de aportar. La historia le superaba y él lo sabía: por eso no quiso lucirse demasiado y se limitó a narrar lo que conocía por boca de suyos, de sangre de su sangre. De ahí que un documental contado con oficio de narrador contenido se convirtiera en todo un clásico y una de sus mejores obras. El caso de sus dos últimas producciones es bien distinto. De entrada, no conoce el problema y la temática a la que se enfrenta como debiera. Por eso ambas películas están sobrecargadas de lo visual y narrativo, como si de esa forma llenara las lagunas de contenido y coherencia. Inteligencia Artificial era un guión heredado de alguien que sí hubiera hecho una obra maestra con ese molde: Stanley Kubrick. Las tensiones y contradicciones que plantea el guión y cada uno de los personajes quedan edulcoradas y casi borradas bajo el efectismo, la acción, los colores y las persecuciones sin fin. El final de cuento de hadas queda a la vez truncado y realizado, o lo que es lo mismo: no queda de ninguna de las dos maneras. Lo que ha hecho con Minority Report no tiene excusa. El proyecto es completamente suyo. El planteamiento, también. Sin embargo, es incapaz de plantear y resolver con solvencia el problema de la libertad (o la determinación) del hombre. Tanto artificio y marketing, tan buena pregunta sobre la que debatir, para tan poca hondura en la respuesta. Me temo que el error de Spielberg es tratar de hacer lo que no sabe hacer. Es un hombre nacido para el gran público, capaz de narrar como nadie -con encuadres y recursos innovadores- persecuciones, peleas y aventuras con la dosis justa de humor. A eso debe volver. Ojalá deje a otros las moralinas tecnológicas y nos brinde pronto la nueva de Indiana Jones.