Los italianos van muy en serio

Por La Semana.es1 min

Después de las críticas de las últimas temporadas –algunas muy feroces– contra el catenaccio, los equipos del calcio se han rehecho, y de qué manera. Siguen sin enamorar por su juego, como ocurre con el Real Madrid mientras no se encuentre a equipos más cerrajeros, pero en cuatro partidos, tan sólo el Galatasaray ha sido capaz de marcarles un gol. Ni el ánimo de revancha del Ajax, ni el ruidoso ambiente del Besiktas supusieron mayor resistencia. En particular, la sorpresa es el Lazio que entrena Roberto Mancini: aún con las secuelas de la tremenda crisis económica que casi hace desaparecer al club, los romanos no desdeñan el juego raso. Ojo con ellos. La ración de efectividad del Ínter, sin Vieri, parece más una coincidencia que un objetivo pretendido por Héctor Cúper. También da un aviso de poderío el Manchester United, aunque el Panathinaikos no es la piedra de toque más indicada. Sin embargo, sí resultaron serlo el AEK de Atenas y el Brujas, a los que llegaron a bailar los equipos gallegos, pero acabaron sufriendo para conseguir el empate; mucho cuidado deberán tener en Vigo y A Coruña para no repetir los errores: en la liguilla, con cinco partidos por delante, se pueden enmendar mal que bien, pero si se convierte en costumbre jugar con fuego, se avecinan sustos cuando lleguen las eliminatorias. En Anoeta, en cambio, costó acostumbrarse a un correoso Olympiakos, más experto en las lides europeas, pero la recuperación del turco Nihat y su buen entendimiento con Kovacevic y con el coreano Lee Chun Soo prometen, con algo de paciencia, hacer de la Real un equipo temible para sus rivales de grupo.