Pamesa Valencia, Barcelona y Estudiantes derrotaron sin paliativos a Joventut, Lucentum y Auna, mientras que el Unicaja necesitó el quinto partido para asestar la tercera machada al Tau y lograr el pase a semifinales. El Barcelona se encontró con el escollo de un recién ascendido a la ACB, el Alicante. A pesar de arrasar en el parcial de la eliminatoria, el Lucentum fue, junto al Baskonia, el único eliminado que opuso una resistencia digna de playoff. Mario Stojic fue una lapa para Bodiroga y anuló al serbio en los dos primeros encuentros, pero el conjunto culé, con una profundidad de banquillo muy superior, tiró de Roberto Dueñas y de la Bomba Navarro y los sacó adelante. En el tercero, Fucka volvió a quitar razones a los que cuestionaban su fichaje.
El Unicaja se llevó el gato al agua contra el Baskonia en el cruce más igualado de toda la serie, que necesitó de cinco partidos para resolverse. Los malagueños, a pesar de que vencieron más partidos que los vitorianos, no desplegaron un juego demoledor. Su eficacia se puede resumir en la excelente resolución de Bullock en los minutos finales de los partidos disputados en Málaga y en la incapacidad del Tau para superar la defensa zonal, con Weis en el centro, con la que Maljkovic terminó los partidos de casa. José Manuel Calderón y Luis Scola fueron los mejores y supusieron el principal manantial del Baskonia en ataque. Al final, en un quinto partido de infarto, el Unicaja venció por un punto, al fallar los vascos la canasta decisiva.
Pamesa y Estudiantes no dieron opciones a Joventut y Auna. Los ché consiguieron su primera clasificación para las semifinales del playoff. Aunque no desplegaron su mejor baloncesto en ataque, en defensa se mostraron infranqueables y dejaron a la Penyaen sus tres peores anotaciones de la temporada. Además, Nacho Rodilla, que ha completado una temporada demasiado floja, recuperó su nivel de antaño. Los colegiales disputaron tres partidos muy físicos en los que el Auna, con menos profundidad de banquillo, no aguantó el ritmo. Rafa Vidaurreta, el protagonista de la serie, no había disputado muchos minutos en liga regular, pero secó con una excelente defensa a uno de los dos puntales del Canarias, el pivote Bud Eley, y se convirtió en el mejor jugador de los tres partidos. La ventaja de 18 puntos de media que asestó Estudiantes por partido resumen la serie.