San Palop apagafuegos

Por Andreu Romero2 min

El portero suplente del Valencia se convirtió en la estrella y baluarte de su equipo en la visita a Highbury. Andrés Palop rubricó una sensacional actuación que mantiene a los valencianos con opciones dentro de su grupo. Los hombres de Rafa Benítez plantearon un partido muy ofensivo y se limitaron a resistir las acometidas de la escuadra inglesa, en especial en la segunda parte. El Arsenal disfrutó de innumerables ocasiones y del control del partido, pero la excelente intervención del meta y sus defensas evitó la catástrofe. El partido acabó sin goles porque ambos conjuntos se mostraron un enorme respeto desde el primer minuto, y porque las defensas se impusieron en la mayoría de ocasiones a los delanteros: aunque el papel de Palop fue vital. La primera parte se inició con una tremenda lucha por conseguir el esférico que ganaron los ingleses. Los valencianos eludían la presión con pelotazos a Carew, por lo que ni Aimar ni Baraja pudieron establecer su temida conexión. De ahí que el Arsenal dispusiese del tiempo y el balón para realizar su juego característico: el toque rápido, el juego de bandas y la electricidad de sus delanteros. La enorme calidad de los gunners desestabilizó al Valencia: en especial por las bandas, que fueron un auténtico coladero. De ahí que fuesen fundamentales la contundencia de Ayala y la sobriedad de Pellegrino. Pero pronto se convirtió en un bagaje insuficiente para frenar los desmanes de Bergkamp, Henry y Pires. Incluso el sueco Ljunberg se permitió una frivolidad dentro del área que atajó Palop. El valenciano lo detuvo todo, y estuvo providencial en cada una de sus intervenciones. Y eso que tuvo trabajo para dar y tomar: por alto, por bajo, tiros lejanos, salidas... Sólo su inspiración salvó a los ché de salir herido de muerte de Highbury. El Valencia ofreció un pobre juego con una única ocasión en todo el partido, todo ello agravado por la infantil expulsión de Angulo después de una agresión a Cygan en la segunda mitad.