El Barcelona salva los muebles en Alemania

Por Gonzalo Lamas Mallo2 min

El Barcelona se vio sorprendido por un Stuttgart que comenzó el partido concentrado y muy revolucionado. Los alemanes presionaban cada balón como si fuera el último pero sin perder nunca el orden, ni salirse del plan establecido por la pizarra de su entrenador. Los azulgranas, mantenían una posesión del todo infructuosa, la mayoría del tiempo en su propio campo. La lenta circulación de balón y el achique de espacios por parte de los alemanes, hacían que los campeones se sintieran inseguros. El Stuttgart, aunque replegado, no despreciaba la mínima ocasión para salir al contragolpe en busca del gol. El Barcelona sufría. Las internadas por banda derecha del lateral Cristian Molinaro y las ganas del delantero Claudemir Barreto Cacau, estaban siendo un autentico quebradero de cabeza para la zaga azulgrana. Y en un arreón de los locales, el brasileño cabeceó a gol un centro medido que sirvió para adelantar a su equipo. Las cosas se complicaban para los azulgrana; no sólo por el gol, sino porque no encontraban la manera de acercarse a la portería rival. Pudo ponerse el partido aun mas cuesta arriba si el árbitro hubiese decidido pitar una mano dentro del área de Gerard Piqué, que aunque involuntaria, bien pudo ser sancionada. Los locales llegaban una vez tras otra con mucho peligro hasta la portería de los catalanes. Víctor Valdés tuvo que emplearse a fondo para evitar males mayores. Lionel Messi, creó la única ocasión seria con un disparo que no acabó en gol gracias a que la madera se interpuso, una vez superado el guardameta. Se desperezaba el Barcelona minutos antes del descanso, pero no fue suficiente para llegar al final de la primera parte con un resultado adverso. La segunda parte fue muy distinta. El Barça salió controlando el balón, pero esta vez si conseguía llevarlo a zona de ataque. En los primeros compases de la segunda mitad llegaría el tanto azulgrana. Piqué, disfrazado de delantero centro una vez más, cede de cabeza a Ibrahivoch dentro del área; este fusila a Jens Lehmann, que aunque acierta en atajar el primer disparo, no puede con el segundo disparo del sueco. El Barcelona volvía a ser el Barcelona. Movía el balón con más velocidad, creando espacios y mostrándose sólido en la recuperación. El Stuttgart, no dispuesto a tirar el partidazo hecho hasta el momento, no se dejó apabullar y aguantó dignamente el juego del Barça aunque no creo mucho más peligro. Un final de partido muy interesante para el conjunto catalán, que aunque jugó bien algo más de la mitad del encuentro, pudo pagar muy caro su falta de intensidad inicial. Por parte de los locales, gran partido y han demostrado que no son un rival para nada asequible.