Raúl mete al Madrid en octavos

Por Ángel Briz2 min

El Real Madrid salió victorioso del Minsk, uno de los peores escenarios posibles en pleno mes de noviembre, con cero grados durante los noventa minutos y con un estadio de terreno de juego en condiciones lamentables. Aún así, el capitán blanco, Raúl González Blanco, supo sacar tajada de la inspiración picaresca, muy habitual en él, y con su pillería anotó el único gol del encuentro, que vale una clasificación para los octavos de final. Quizás hayan sido los mejores cuarenta y cinco minutos del Real Madrid en todo lo que va de temporada. La primera parte evidenció varias cosas, entre las que cabe destacar que Fernando Gago tiene ya las facultades necesarias para albergar todo el centro del campo del conjunto merengue. El argentino ha pulido algunos detalles que le cuestionaban sobre su jerarquía a la hora de llevar el timón del equipo. Ahora crea juego a la par que deshace el del rival, así como realizar coberturas a todos sus compañeros de la zaga. De él partió la jugada del gol. Robó un cuero en el centro del campo, se lo cedió a Royston Drenthe, que envió un centro al área que se encontró Raúl para enviar a la escuadra del meta bielorruso. Con el marcador a favor en los primeros minutos, los madrileños se sintieron con más confianza en el juego y Wesly Sneijder, José María Gutiérrez, Guti, y Gago se asociaron a las mil maravillas y desplegaron, entre ambos, el mejor fútbol que se ha visto en la escuadra blanca. Las ausencias de los lesionados no se echaron de menos hasta la segunda parte, cuando el equipo español comenczó a ceder terreno y las ocasioens de los bielorrusos se sucedieron una tras otra. Pero la inconmensurable fortaleza defensiva de Pepe tranquiliza a la zaga. Sobre todo a Sergio Ramos, que parece otro más alejado del alteral derecho, y las llegadas de los rivales cayeron en vano. El equipo rival estaba a un nivel muy inferior de la competición y lo demostró durante el encuentro, que finalmente se llevó, sin pasar muchas complicaciones, el conjunto madridista, que vale un pase a octavos de final, el límite de los merengues en los últimos cinco años.