Sin 'garganta', pero en octavos

Por Javier Muñoz2 min

El Atletico de Madrid se impuso al PSV Eindhoven en un partido marcado por la falta de ambiente en la grada. Los rojiblancos, fieles a su estilo, sufrieron, pero dieron una buena imagen ante un débil equipo holandés. La primera parte comenzó fría e insípida. Semejaba más un entrenamiento que un partido de Liga de Campeones. Durante los primeros minutos de juego, el equipo madrileño salió a morder, con el único objetivo de sellar su clasificación. Y así fue. No había pasado ni un cuarto de hora de juego, cuando el griego Georgios Seitaridis centró un balón raso desde la banda que causó numerosos problemas a la defensa rival. El mexicano Carlos Salcido trató de despejar el balón pero, dejándose llevar por las prisas y los nervios, pecó de impaciente y esto lo aprovechó bien el luso Simao Pedro Fonseca Sabrosa, que robó el esférico y definió adecuadamente a dos metros de la línea de gol. A raíz del gol, el partido se presentó cómodo para el Atleti con llegadas constantes a la portería defendida por Andreas Isaksson. El autor del tanto, Simao se convirtió en dueño y señor del encuentro, pues representaba continuamente el potencial ofensivo del equipo colchonero. Precisamente, fue el portugues el encargado de centrar el córner que propició el segundo gol en el Vicente Calderón. Tras el centro, el cuero quedó muerto en el área y Maxi López fusiló al portero rival colando el balón por la escuadra derecha de la portería. El tanto hizo rugir al Calderón, aunque no desde las gradas. La afición atlética no pasó desapercibida, pese a todo, en este partido, pues alrededor de 2.000 aficionados se congregaron a las puertas del estadio para animar a grito limpio a su equipo de toda la vida. La segunda parte se presentaba, en principio, como un mero trámite, pero el sufrimiento volvió a volar sobre el cielo de Madrid. Nada más reanudarse el juego, Danny Koevermans se encontró con un centro de Edison Vicente Méndez para batir a Gregory Coupet ante la impasibilidad y mirada atónita de toda la defensa rojiblanca. El tanto dio alas a un inocente PSV, marcado por la lesión en la primera parte de su estrella Ibrahim Afellay. También el holandés John Heitinga se vio obligado a abandonar el terreno de juego tras sufrir fuertes mareos en los primeros 45 minutos de juego. El conjunto dirigido por Huub Stevens puso todo su empeño en lograr el empate, pero a pesar del revuelo tras el primer tanto, la defensa atlética cumplió. La filosofía colchonera se volvió a asentar sobre el terreno de juego y, gracias a Diego Forlán, Simao Sabrosa y el recién incorporado Sinama Pongolle, la creatividad ofensiva volvió. A falta de pocos minutos para el pitido final, Danko Lazovic y Balazs Dzsudzsak lo intentaron a la desesperada con disparos desde lejos y colgando centros imposibles. Pero nada pudieron hacer para impedir la clasificación del conjunto madrileño. De esta manera, el Atlético de Madrid estarán en los octavos de final de la liga de campeones. Los de Aguirre, se jugarán el liderato, que sólo puede arrebatarles el Liverpool, en la última jornada frente al Olympique de Marsella.