Los penaltis coronan al Milán

Por Miguel Venegas1 min

El Milán se proclamó campeón de Europa en la tanda de penaltis, tras 120 minutos de duelo fratricida contra el Juventus. Piamonteses y lombardos dividieron los sentimientos de millones de italianos... y durmieron al resto del mundo en el Teatro de los Sueños. Italia se coronó reina de Europa, aunque el fútbol espectáculo se tomó un respiro. Los jugadores comenzaron sin desmerecer el acontecimiento, y desde el primer minuto, las ocasiones comenzaron a sucederse para ambos equipos. Milán y Juve buscaban el tanto, y a los diez minutos, el ucraniano Shevchenko lograba batir a Buffon con un fuerte disparo. Pero la alegría lombarda se frustraba en el asistente, que anuló el gol por fuera de juego. El Milán siguió adelante buscando el tanto, pero su rival no estaba de más y asediaba también la portería de Dida. La segunda mitad comenzó con otra gran ocasión, esta vez para el Juventus. Conte entró en lugar de Camoranesi, y nada más pisar el césped remató de cabeza un balón al poste. Pero ahí acabó todo: llego el cansancio, y con él, el miedo y las precauciones. El resto del encuentro se convirtió en una sucesión de faltas, despejes, remates forzados... el estilo italiano en su máximo exponente. El talento brillaba por su ausencia, y era la tensión del trofeo que esperaba la que mantenía al público levantado en sus asientos. Así la segunda parte, y la prórroga. El cúmulo de despropósitos llegó a los penaltis, hasta que llegó el turno de Shevchenko, el último. El ucraniano miró el esférico, oyó los dardos verbales de Buffon y, con la tranquilidad del campeón, disparó junto al poste un penalti que valía el sueño de su infancia. Media Italia, la que vestía de rojo y negro, gritaba al unísono, la otra media, la de blanco y negro, lloraba de nuevo, cinco años después de que Mijatovic arruinara sus esperanzas en Amsterdam. Europa tiene nuevo rey, coronado desde el punto de penalti.